Éxtasis, sentimientos encontrados, dudas, berrinches, ganas de huir de todos, mandar al diablo a un par, emborracharme de alegría y caminar sin zapatos bajo la lluvia. Hay tanto que hacer y tanto por vivir, que el tiempo queda corto.
En 28 años dejé de ser la niña consentida que no almorzaba porque la comida que habían preparado no le gustaba, dejé de ser la consejera amorosa de sus mejores amigas, dejé de ser la niña de mamá para ser la sabelotodo. Y como todo va cambiando y mejorando en la vida, hoy saco una rosa blanca (al estilo de la rosa de Guadalupe) y le regalo al pasado.
Hace poco después de una fiesta de dos horas, mi cuerpo tuvo una reacción distinta, simple y sencillamente: una resaca de dos días, fue ahí que me di cuenta que los años no pasan en vano y a un día de soplar mis 28 velitas de mi pastel, hago un conteo con todas aquellas cosas que empiezan a pasar muchos al acercarse a la fase 3.
1. Esas juergas que empiezan el jueves y duran 3 días, son una realidad de la que empezarás a despedirte, dado que ahora te emborrachas con un pisco sour y te da sueño a medianoche. Lo único que sí dura 2 días es la resaca.
2. El Facebook se convertirá en desfile de bebés y fotos de matrimonios. Al principio las odiarás, de ahí pasarás por la fase de “me voy a morir sola y me encontrarán frente a mi laptop tratando de photoshopearme un vestido de bodas” y de ahí harás las paces con el asunto.
3. Llegará un punto en que tu plan “radical” del fin de semana, será ver maratón de series, comer pizza y dormir siestas que se asemejen a un coma.
4. Te baja por lo menos una crisis existencial al mes, donde dudas absolutamente de todas las decisiones que has tomado en tu vida, desde tu trabajo, hasta el haber comprado papel higiénico doble hoja.
5. Entiendes que no hay amor más grande, que ese que no se espanta al conocer tu pijama, tu pelo alborotado y tu cara de “me olvidé de desmaquillarme anoche”.
6. Tus decisiones se vuelven lo más importante, ya no consultas con alguien más si lo que vas a hacer está bien o está mal, simplemente lo haces, uno porque ya ganaste confianza en ti misma y otro porque no hay de otra. Lanzarse a la piscina sin saber que hay o no hay agua, es un riesgo que se tiene que correr.
7. La independencia adquirida te ayuda a madurar, atrás quedaron los berrinches de niña tonta, pues ahora hay cosas más importante por qué hacer un lío, como por ejemplo, quedarse sin un sol a fin de mes.
8. Con frecuencia pasa por la cabeza casarte y tener 3 hijos, te los imaginas corriendo por la casa, junto a tus dos perros “Bobby” y “Alaska”. Siiiiiii, todo aquello que criticaste y odiaste siempre, se vuelve un anuncio repetitivo y subliminal para realizarlo.
9. Te entusiasma la presencia de comida rica.
10. Tu grupo de amigos no es gigante, uno porque los años te han permitido descubrir a las personas que realmente valen la pena y dos, porque te da un huevo de flojera conocer gente nueva.
11. Tu sueldo es como el floro que te meten los patas en la discoteca, como concepto suena súper bien, pero a la hora de la hora, no vale nada.
12. Si estás soltera, los 28 no suenan tan graves. Después de todo siempre dijiste que te casarías a las 30, por lo que te quedan dos años. Pero necesitas un año para organizar la boda y deberías casarte con alguien con quien hayas tenido una relación de por lo menos 1 año, lo que implica que… ya deberías conocer al novio. Todo bien. Tal vez el repartidor de agua que acabas de pedir sea el hombre de tu vida.
13. La cantidad de cajeras de supermercado que se refieren a ti como “señora” empieza a incrementarse, incentivadas tal vez, por tu insistencia en ir sin maquillaje y con medio pijama a comprar.
14. La pregunta, ¿en qué carajo me gasté 100 soles? empieza a hacerse recurrente.
15. Sientes una gran sensación de alivio cuando tus amigos te llaman a cancelar planes.
16. Hablar de sexo ya no es un tabú.
Una pequeña lista de catarsis antes de un nuevo año de vida, pero sin duda con todos sus pros y contras, igual tienes esa sensación bacán de que lo bueno está recién comenzando.
Nadie me quita lo bailado y lo gozado… Ya casi llego y me encanta. Que lo cumpla feliz.