¿Hasta dónde la ley nos permite actuar con libertad? ¿Hasta dónde conocemos los mecanismos de la ley que nos permite actuar con libertad? ¿Y cuáles son esas limitaciones que todo ciudadano debe conocer su propio terreno de limitación y su propio terreno de libertad?
No le hablo de ningún alcance jurídico ni mucho menos de ninguna situación legal. Simplemente me remito al olfato deductivo que todo ser humano debe manejar en su contexto social, familiar y profesional. Dicho esto manifiesto los siguientes escenarios que la sociedad peruana local y nacional vamos viviendo, cada uno a su manera, cada uno de acuerdo a sus principios, cada uno de acuerdo a sus ambiciones y propósitos.
Para empezar:
1) Se cambió de ministro en la cartera de educación. Para ser más concreto fue destituido del cargo que le cayó bastante grande a la bachiller Marilú. Que no tenía ninguna experiencia en educación, ni siquiera la capacidad de dialogar con los líderes de las bases regionales del magisterio en esta reciente huelga indefinida, que fue según la dirigencia, solamente suspendida.
2) El nuevo ministro, Idel Vexler Talledo, ya viene con una carga de experiencia en los gobiernos de García y otros cargos más en la cartera de educación. Pero también tuvo serias limitaciones en sus decisiones como funcionario, que siempre se inclinó más a favor del sistema curricular neoliberal implementada por el gobierno de Alan García, afirmada y dividida en el gobierno de Humala, donde la clase magisterial fue repartida en dos: la CPM y la Reforma Magisterial, donde la primera el maestro lo rechazó de golpe, pero a otras convocatorias de inscripción y examen para pertenecer a la CPM, el maestro paulatinamente iba tomando su propia capacidad de conciencia para su incursión a la misma. Justo en esto, como había más de la mitad de maestros fuera de la CPM, Humala con su Reforma Magisterial obligatoriamente los incorpora, y lo más indignante, los desciende a los que estaban en el cuarto y quinto nivel, los arrastra a todos al nivel más bajo, es decir, al primer nivel. Idel Vexler no decía nada, ni mucho menos iba a mover un dedo para que esta injusticia no prosperara, y prosperó en cierta manera por la omisión de muchos funcionarios y también del hoy ministro de educación.
3) ¿Pondrá ahora a prueba su capacidad Idel Vexler, ahora como la primera cabeza de la cartera, para que el gobierno de PPK, que intenta unificar a ambas corrientes (la CPM y la Reforma Magisterial), se unifiquen en un solo paquete con toda una carga de elementos antipedagógicos: jordanas completas por ejemplo, pruebas de desempeño de acuerdo a la conducta del estudiante y el carácter del docente, cuando éste exige examen de acuerdo a sus propias capacidades cognitivas, pedagógicas y de especialidad. Elementos antipedagógicos, que si el nuevo ministro de educación no mueve una sola ficha de poner límites a estos atropellos e injusticia contra el magisterio nacional, entonces de nada podría servir el cambio en el ministerio de educación. Ojalá que me equivoque.
4) No dio su brazo a torcer el ministerio de educación para que el D.U Nª 012 lo deroguen, donde se mantiene la amenaza de descuentos a los docentes que suspendieron su huelga indefinida. La DRE de San Martín no obstante, afirma y reafirma que los docentes recuperen las clases perdidas y que se les pagará el íntegro, incluyendo a ser pagados los días sábados y domingos. Dirigentes de las 10 provincias se reunieron para deslindar sobre este punto.
Lanzo mi propia teoría:
a) posibles propuestas de desarrollo los días sábados, en el contexto que vivimos los sanmartinenses, no corresponde al estilo contextual de los estudiantes y padres de familia. Porque muchos estudiantes tienen actividades extracurriculares y laborales juntamente con los padres de familia, quienes disponen de este día, incluyendo los domingos para generar actividades económicas a favor de sus hogares.
b) Los funcionarios de educación miran el término recuperación, como algo “rescatable” literalmente, sin tomar en cuenta los escenarios sociales y económicos que disponen los estudiantes y padres de familia. Pues una clase perdida, aun cuando fuera en el orden normativo de las cosas, nunca es recuperada a los niveles emotivos y pedagógicos cuando en su momento propicio es desarrollado.
c) Por su parte los docentes, también tienen ya todo una agenda programada los fines de semana. ¿Qué docente vive tranquilo con su propio sueldo? Nadie, salvo que tenga otra actividad económica segura que le permite otro ingreso adicional, y como la mayoría no lo tiene, lógicamente tiene que buscar los sábados y los domingos. ¿En qué momento entra aquí la recuperación? Pisemos tierra señores funcionarios.