La apuesta de PPK de llevar su gabinete a la fosa de las hienas puede interpretarse a priori como una perfecta inutilidad, falta de cálculo y debilidad; pero si nos adentramos en el análisis nos damos cuenta que en realidad se trató de una audacia que oxigena su gobierno y arrincona al fujimorismo.
¿Por qué afirmó que arrincona al fujimorismo el hecho de haber llevado el anzuelo con carnaza con las cabezas de sus ministros?, porque simplemente si una vez más censuran a su gabinete los becerriles y compañía los tendremos de patitas a la calle, y eso con seguridad sería saludado mayoritariamente por el pueblo peruano.
Al respecto el artículo 133 de la Constitución Política del Perú dice: “El presidente del Consejo de Ministros puede plantear ante el Congreso una cuestión de confianza a nombre del Consejo. Si la confianza le es rehusada, o si es censurado, o si renuncia o es removido por el Presidente de la República, se produce la crisis total del Gabinete”. Muy bien, lo que ha sucedido entonces es la negación del voto de confianza a un primer gabinete, y respecto a una segunda negación de confianza la Carta Magna dice: “si se censura o no niega el voto de confianza a dos gabinetes de un mismo Gobierno, el presidente de la República tiene el derecho a disolver el Congreso” (Artículo 134).
Por tanto el fujimorismo también se ha autocensurado y sin querer le ha dado una oportunidad al ejecutivo que, incluso con sus mismos ministros, salvo Zavala, los podrá volver a presentarlos ante el parlamento nacional, estoy seguro que ni un fuji repetiría la historia, seguro que tendremos opiniones como el nuevo ministro o ministra da confianza, tiene amplitud y tantas otras poses que en el fondo serán recursos para salvaguardar su curul.
Respecto al papel de la izquierda en este episodio, tenemos dos posturas, la del Frente Amplio que se sumó con sus votos al fujimorismo, han tenido también sintonía en la denominada ley antritransfuga; por otro lado están los de la flamante bancada Nuevo Perú que decidió abstenerse, me parece la decisión más sensata, pues votar por la no confianza era convertirse en parte de la tenaza fujimorista cuyo objetivo en destruir por destruir, todo vale para ellos con tal de acercarse al poder; ahora votar por la confianza en armonía con los ppkausas consistía en formar parte de una comparsa de corso que iba a contracorriente de los postulados de cambio de modelo que enarbolan como principal bandera.
El papel del APRA ha sido de ataque y flotada de lomo, del ataque se encargó Mulder y de la flotada Del Castillo, al final se abstuvieron; en Acción Popular Vitocho balbuceó un ataque furibundo muy cercano a lo Becerril y Alcorta; mientras que Lezcano decidió ser frontal con el fujimorismo, sin duda la intervención que provocó que la fujimorista Salgado salga de la madriguera con garra y colmillo a vociferar una frase que es el sello del fujimorismo ‘suspéndalo por 90 días’. La arrogancia, el abuso y el ADN dictatorial en su esplendor.
En fin, tendremos nuevo gabinete, el Perú seguirá en manos de la derecha en sus dos vertientes, el modelo no cambiará ni un ápice, pero si constituye la oportunidad para que PPK recupere la posición erguida que ha sido reemplazada por la postura de espinazo doblado. Una vez más constatamos que perdiendo también se gana, veamos si PPK tiene la capacidad de afianzar esta primavera que puede ser efímera si se mantiene fiel a su estilo de genuflexión.