En estos días luminosos para Tarapoto y la Provincia de San Martín (puesto que viene siendo realizada la Feria del Libro y Expresiones culturales de la Amazonía en la Plaza Mayor de nuestra “Ciudad de las Palmeras”) motiva compartir algunas meditaciones para valorar la trascendencia universal e histórica del libro que –sin lugar a dudas- es uno de los agentes más preciosos para el mejoramiento intelectual y perfeccionamiento espiritual de la humanidad desde sus albores, pero que –sin embargo- ha sufrido muchas veces el rechazo por parte de muchas personas quienes –como mercenarios de la ignorancia- han atacado las bibliotecas y centros del saber quemando y tratando de denigrar el valor sublime de los libros edificantes.
Ello me recuerda inmediatamente las sabias expresiones del Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares, quien como verdadero héroe y Apóstol del Saber de la era moderna (significativamente nació en la Isla de HONSHU, nombre que se traduce como “Maestro del Libro, en Japón) tuvo que hacer frente a los múltiples ataques que -desde la retaguardia sub cultural- le enviaban sus ex condiscípulos y seguidores de éstos en la institución original y deformada de la GFU, impugnando ellos sobre todo a la intelectualidad, al estudio de los libros y a la investigación como factores determinantes de la evolución del hombre y de la mujer.
Así, él no dejaba de señalar y denunciar las actitudes deformantes que surgían como fenómenos sociológicos en la mentalidad de varios grupos durante el siglo XX, siglo de difícil transición y confusiones sociales. Este autor recuerda entre otras cosas que:
“En la década de los años 60 a 70, vimos que los estudiantes de la Universidad de Berkeley arrojaron los libros a la Bahía de San Francisco, California; en tanto que en Buenos Aires, Argentina, los letreros que los estudiantes pintarrajeaban en los muros, decían: “Libros no, alpargatas sí”.
Asimismo, acerca de la falacia que implica defender el avance espiritual sin el estudio y la BASE intelectual, él denunciaba que:
“Surgieron movimientos orientalistas a los años 70 en los EE.UU., que sólo buscaban la iluminación directa sin la lectura de libros; o en Río, en Brasil, una comunidad poco rara, anhelaba del Maestre doctor Serge Raynaud de la Ferrière tan sólo un supuesto contacto mediumnímico, pero sin querer saber de su literatura ni de su obra…”
En ese sentido el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière (www.magnanet.org) también recordaba las barbaries de la ignorancia:
“Cuando los cristianos empezaron a establecerse por todas partes, la acumulación de conocimientos científicos en el Museion les molestaba considerablemente. Y un día, la Biblioteca de Alejandría quemóse de arriba abajo. El Arzobispo Teodosio, con una banda de fanáticos hacía su obra…”.
“Es flagrante que todos aquellos que han venido a presentarse en nombre del progreso y con la misión de preparar a los pueblos, hablasen de un mensaje de reeducación del mundo al mismo tiempo que destruían las pruebas del Saber (César, él solo, destruyó 500.000 rollos de papiros).”
“Alejandría era una gran plancha girante que reunía toda Babilonia, Egipto y Grecia. El “Serapeion” era la biblioteca más grande del mundo, y el “Museion”, el centro del más grande Saber.”
Por ello, es motivo de satisfacción y orgullo para nuestra ciudad que las autoridades municipales sean más conscientes del valor supremo del LIBRO como agente indispensable para el progreso integral de la sociedad.
Finalizo este artículo con algunas reflexiones y aclaraciones fundamentales del autor antes mencionado, para encaminar adecuadamente al lector:
“Decididamente llega un momento en que los libros no enseñan ya nada, esto es exacto y conozco esta reflexión que se hace un buen número de estudiantes en la búsqueda de la Verdad. Ella no puede ser expresada con ninguna palabra, es cierto. Sin embargo, antes de llegar a ese estado de rechazamiento de escuela, de libros, de maestros, etc… hay que formarse una opinión que no puede provenir sino de estudios muy profundizados de los textos, de las diversas concepciones y de los instructores que se han presentado en el curso de la evolución.”
“UNA COSA IMPORTANTE ES DE TENER UN LIBRO CADA DÍA, NO SE CANSEN DE ESTUDIAR, cualquier obra le da enseñanza y siempre vosotros pueden sacar algo de sus lecturas, es así que va caminando el Sendero Iniciático.”
“Quiénes son esos “iniciados” que pretenden saberlo todo y en cambio repudian: libros, maestros, doctrinas, etc. Ellos han debido seguramente entrar en lectura de las obras más diversas antes de adoptar una opinión, escuchar un Maestro durante un determinado lapso de tiempo, antes de conocer aquello de lo que están tan orgullosos, seguir los dogmas y respetar las doctrinas antes de rechazarlas. El que no ha seguido ese camino… ¿qué puede saber?… ¿de dónde podría haber recibido sus conocimientos?… Conocemos la respuesta de la inspiración, de la sabiduría venida de fuentes sobrenaturales, de la intuición, de las revelaciones divinas, etc., pero debemos ver objetivamente y no con la creencia de algunos privilegiados de la iluminación. Dios mismo no emplea nada sobrenatural.”
Por ello, desde la “CASA de la CULTURA Dr. David Juan Ferriz Olivares”, deseamos que nuestras autoridades municipales continúen con este movimiento ascendente del SABER. Los felicitamos y reconocemos su visión al invitarnos a participar activamente en este magno evento y expresamos que cuentan siempre con nuestra Institución Mundial para estos buenos fines en las diversas expresiones de la cultura universal.