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jueves, marzo 28, 2024

Universidad Nacional de San Martín

Pocas veces me has dolido tanto querida Universidad Nacional de San Martín. Cuando ingresé a tus claustros no dudé ni un segundo en estudiar tu rica historia – la cual compartimos a nuestros cachimbos en el viejo, y en ese entonces único, pabellón de la Facultad de Ingeniería de Sistemas – todo cachimbo debería conocer cuánto bregaron nuestros antecesores para lograr tener una universidad, todo cachimbo debería tener un sentido de pertinencia con su institución y, a su vez, reconocerse como un constructor más que puliendo su piedra estaba engrandeciendo la historia de todos.

“La Universidad fue una lucha del pueblo” “La universidad fue una conquista de todos” leí, muchas veces, con sumo detenimiento mientras observada unas fotos en blanco y negro que acompañaban aquel libro, por allá, en el año 2005.

Hoy, lamentamos la pérdida de la vida de un menor que puso en descubierto que hay gente que lucra con los sueños de otros. San Martín está de luto. ¿Qué dirían las personas que entregaron su tiempo y su vida para tener esta universidad? Es pues, llegar a la universidad, un hermoso sueño, para todo jovencito que cruza los últimos años de secundaria, formarse y en un futuro no muy lejano ser un profesional que le permita seguir su camino y dedicar con orgullo el triunfo a la labor de sus padres, la familia o de las personas que lo apoyaron. Todos tenemos sueños, todos tenemos derecho de estudiar y si vamos a competir por una vacante, en la universidad del pueblo, el proceso debe garantizar reglas claras e iguales para todos, sin distinción alguna.

Por eso me sumo a este pedido colectivo para que las investigaciones lleguen hasta el último eslabón y se pueda conocer la ruta del examen. Estoy convencido que en esa tarea, el rector Aníbal Quinteros, pondrá todo su empeño – con enérgica labor- y se podrá sancionar a todos los responsables.

Sin embargo, así como se debe separar las manzanas podridas del cesto, no podemos poner a todos en un mismo saco. Conozco docentes, egresados, estudiantes y personal administrativo – que son de lo mejor tanto en el campo académico, ético y laboral – que no se prestarían para realizar actos que lindan con la corrupción y el delito.

Dentro de esas colectividades quiero dirigirme especialmente a la comunidad de egresados porque muchas veces – por el trabajo, la familia y otros compromisos- nos desconectamos de nuestra alma matter. Nosotros jugamos un papel muy importante, tenemos un rol vigilante y debemos continuar acompañando el camino. Nunca olvidemos que somos hijos de los claustros de la UNSM y a cada paso, donde nos lleve el destino, debemos llevar orgulloso nuestro legado.

La tarea de tener una universidad altamente académica, científica, de investigación y sobre todo transparente es una tarea de todos. No podemos seguir mirando de costado, solo en las noticias, no permitamos ni un incidente, como este más. Tonemos nuestra cuota de responsabilidad y en colectividad empujemos esta institución que heredamos para el desarrollo y el progreso de nuestro pueblo.

 

 

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