El país, en los últimos días, vive una crispación que no es usual desde los 90s, cuando hubo el levantamiento contra el gobierno de Alberto Fujimori.
Las decepciones que viene causando el anunciado gobierno de lujo de PPK, están llevando al país a una crisis inusitada, con varios gremios al borde de la huelga, otros tantos ya en huelga, los arroceros protestando por la importación del arroz tras la emergencia (en lugar de comprarla acá), entre otras cosas que nos hacen pensar que las ambiciones desmedidas, tienen efectos sobre el hartazgo de la ciudadanía.
Todos estos factores hacen que los ánimos se crispen con lo mínimo. Y mientras las cosas van así, la bruma de las cosas no resuletas también recorre las oficinas del Gobierno Regional y de los municipios. Ojalá la crisis sirva para reaccionar.