Resulta interesante -para nosotros los educadores- constatar cierto grado de esa contradicción humana generalizada cuando abordamos temas formativos. Este estado general se manifiesta tangiblemente cuando –por ejemplo- nos quejamos de la carencia de educación adecuada para nuestros niños y de que no es suficiente ni en cantidad, variedad ni calidad, envidiando sanamente la “buena” educación que reciben los países del ‘primer’ mundo como Japón, Finlandia, Italia, Corea, etc. Sin embargo -paradójicamente- muchos padres de familia expresan cierta ‘rebeldía’ o INCOMODIDAD cuando sus niños reciben oportunidades educativas diversas rechazándolas o aceptándolas ‘a regañadientes’ probablemente debido al cansancio o estrés de la lucha diaria por la subsistencia.
Por ejemplo, muchas veces hemos visto en la CASA de la CULTURA Dr. David Juan Ferriz Olivares que, cuando –en nuestro afán por mejorar el desarrollo de los niños- ofrecemos clases extra (gratuitamente) algunos sábados por la tarde; sin embargo los padres de familia prefieren dejar de aprovechar esta valiosa –y EVENTUAL- oportunidad educativa, pues consideran que es mejor que sus hijos ocupen esas dos horas en actividades ‘recreativas’ o ‘desestresantes’ (!!). Ello proviene de una base epistemológica de poco sustento real, que concibe básicamente que nuestro cerebro o mente se puede desgastar y ello provoca inmediatamente -en los padres- sentimientos de conmiseración o pena por el ‘exceso de educación’ de sus niños, ignorando las potencialidades ilimitadas de nuestra mente, que solo aprovechamos en porcentajes mínimos en la actualidad.
Ello me recuerda una máxima citada por el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière cuando menciona que “Sinesio de Cirene, educado en la Escuela de Hypatía más tarde Obispo de Ptolemaida, erudito filósofo y poeta cristiano, es quien dice: “EL PUEBLO PIDE LA IMPOSTURA”. O también cuando este autor cita al sabio Gurjieff quien refería la contradicción en la que nuestra sociedad cae casi siempre pidiendo cosas que en realidad rechaza:
“El hombre tiene miedo de que se le haga realizar cosas contrarias a sus principios, a sus concepciones, a sus ideas. Además, este miedo produce inmediatamente en él la ilusión de que realmente tiene principios, concepciones y convicciones, las cuales en realidad nunca ha tenido y que sería incapaz de tener. Un hombre que nunca, en toda su vida, se ha inquietado por la moral, se espanta de repente que se le haga hacer algo inmoral! Un hombre que jamás se ha preocupado de su salud y que ha hecho todo por arruinarla, comienza a temer que se le haga hacer algo que pueda serle nefasto! Un hombre que ha mentido a todo el mundo por todas partes y de la manera más descarada, tiembla a la sola idea de que se le pida que mienta. He conocido a un borracho que lo que más temía en el mundo era que se le hiciera beber!”. Y finalmente el Maestre Raynaud de la Ferrière cita a Nietszche cuando hace decir al sabio anciano aquella recomendación que da a Zaratustra:
“No les des nada” [a los hombres] dijo el ermitaño. “Más bien quítales algo y ayúdales a llevarlo; nada será mejor para ellos: con tal que a ti también te haga bien. Y si quieres dar, no les des más de una limosna y espera que te la pidan”. “No” contestó Zaratustra, “no doy limosna. No soy bastante pobre para eso”. Se puso a reír el Santo y habló así: “Esfuérzate entonces en hacerles aceptar tus tesoros. Ellos desconfían de los solitarios y no creen que vengamos a dar”.
Esta base epistemológica (pensar que los niños pueden ser afectados negativamente o pueden ‘fracturarse’ la mente por un exceso de educación) puede fácilmente ser cambiada REPROGRAMANDO nuestros conceptos al UNIR EDUCACIÓN CON SATISFACCIÓN PERSONAL como los niños de Corea, Japón o Finlandia que consideran toda educación como algo muy GRATIFICANTE del cual no tendrían la menor idea de ‘escapar’. Ello –indudablemente- proviene de la visión más amplia que tienen los padres de estos países desarrollados.
De ahí que entendemos esa realidad latinoamericana que ya señalaba el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière a mediados del siglo pasado:
“América Latina es ahora el epicentro donde se va a desarrollar la Nueva Era y sus representaciones manifestadas, y sin embargo, es aquí donde se puede verificar el menor grado de razonamiento puro (debido quizá a la época de transición en que estamos)”. En efecto, como también lo indica nuestros queridos Maestros María Nilda Cerf Arbulú y José Miguel Esborronda Andrade: Aquí nos falta aún mucha organización, planificación, disciplina, orden, puntualidad, mente activa, etc. desde la formación de la niñez.
Por ello, las actividades internacionales de la Fundación ELIC – Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños en 20 países de América, Europa y Australia a través de sus Instituciones Educativas, cursos y programas formativos, han constituido un notable impulso para implantar en los niños, jóvenes, padres de familia y docentes este espíritu formativo de vanguardia hacia “la humanidad pura, fuerte y clara del mundo futuro”. Asimismo, a través de sus grandes Congresos Educativos, de los cuales será realizada -DENTRO DE TRES DÍAS- una nueva “edición” con el 9no. CONGRESO MUNDIAL PARA EL TALENTO DE LA NIÑEZ del 24 al 28 de julio en San Salvador, el Salvador; (informes e inscripciones en: www.elicnet.org) y en Tarapoto – Perú: cursos permanentes en la CASA de la CULTURA (Jr. Rioja 218) Cel. 986348866.