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martes, abril 16, 2024

¡Hasta siempre estimado Cacique!

¡Hasta siempre estimado Cacique!

 

Decía el Dr. David Juan Ferriz Olivares acerca del hombre con carácter propio de esta nueva época acuariana, que es “por excelencia el hombre de la acogida, del acuerdo, de la ayuda, del sentido pronunciado de la amistad…”

Estas palabras bien se aplican a la persona del grandemente estimado Dr. Carlos Gonzales Henríquez el popular “Cacique de Kanchiskucha (“Señor de los Siete Lagos”) como gustaba autodenominarse con su peculiar imaginación mítica creadora de personajes.

Estas y muchas otras cualidades personales hacen que su sentida partida de nuestro plano físico cause una ola de dolor en todos aquellos que tuvimos mayor o menor relación de amistad con este personaje notable de San Martín. Mucha más es la consternación cuando vemos que ha sido un hombre relativamente joven y –cómo no- pleno de amor por la vida, por su entrañable selva y por todas las cosas lindas que nuestra naturaleza puede ofrecer.

Sin llegar a ser su amigo personal sino uno de sus tantos conocidos puedo decir que de los contados momentos que departimos recuerdo vívidamente con agrado algunas experiencias, imágenes y anécdotas como aquellas del año 2005 en que lo conocimos por primera vez junto a mi esposa Joy Gonzaga al iniciar las actividades de la “CASA de la CULTURA Dr. David Juan Ferriz Olivares” en la filial de Tarapoto. El – gustosa y desinteresadamente- a nuestro pedido de inmediato ofreció  el auspicio de su empresa para hospedar en varias ocasiones a los expositores magistrales que invitábamos de otras provincias para dar conferencias gratuitas en Tarapoto.

Agradaba la forma en que al presentarnos nos recibió como si nos hubiera conocido desde hace mucho tiempo. Su sonrisa cálida y sentido del humor, a la vez que el trato respetuoso y amable permitían la apertura a todos los que nos acercábamos a él.

El amor por la selva que profesaba el Dr. Carlos Gonzales evidentemente viene –entre otras cosas- de su ilustre antepasado el coronel Don Teobaldo González de quien él gustaba referir su accionar apasionado y patriótico. Cuando le pregunté acerca del antiguo documento que exhibía en su hotel me dijo con orgullo que pertenecía a su abuelo e inmediatamente pasó al relato de la vida aventurera de Don Teobaldo. Decía con entusiasmo “mi abuelo recuperó Loreto para el Perú”. En efecto, el coronel Teobaldo Gonzalez fue nombrado prefecto de Loreto a principios del siglo XX y logró reprimir una revolución secesionista en Iquitos, para luego dirigir su propia rebelión independentista.”

Una de las particularidades de la personalidad de Carlos Gonzales era que al estar charlando con él nos transmitía la sensación de que él vivía en mundos paralelos: entre el mundo de su fantasía desbordante y el mundo que llamamos “real”. Era pues difícil  saber hasta dónde estaba hablando en serio y hasta qué punto su relato emanaba de su hilarante imaginación. A veces daba la sensación de “estar tirando el pelo” a sus interlocutores por supuesto en el sano sentido del humor.

Esta característica DUAL le viene indudablemente –para quienes conocemos la milenaria ciencia cosmobiológica- por ser un nativo del signo Cáncer. Como bien refiere el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière acerca de las personas nativas de este signo: “Cambiantes, extremadas, veleidosas, tienen una vida sobre diversos aspectos: viajes, noctambulidad, naturaleza dual…Las personas de este signo actúan en los dos planos con mucha frecuencia. Los nativos son tímidos, retirados, ¡pero también capaces de grandes cosas cuando se toman la molestia! En fin, con aquellos que ellos se sienten en confianza, se desahogarán y darán signos de grandes amistades durables; su conversación será también muy agradable…admirables charladores y muy buenos intermediarios en todos los sentidos.”

Sobran las palabras pues para describir estas cualidades típicas del Cacique de Kanchiskucha. Su particular sentido del humor abarcaba a sus más cercanos amigos y conocidos con quienes bromeaba siempre sin embargo tenía la gracia de nunca caer pesado a quienes eran blanco de sus bromas.

Daba gracia también escuchar sus innumerable anécdotas con los presidentes que iban al Hotel Puerto Palmeras, nos refería interesantes (y muchas veces hilarantes) historias con Fernando Belaúnde, Alejandro Toledo, Alberto Fujimori, Ollanta Humala así como con personajes ilustres como Mario Vargas Llosa. Recuerdo también cómo nos contaba que la terrible devaluación de la moneda durante el gobierno de Alan García más bien cayó como una bendición para sus inversiones en la Amazonía permitiéndole hacer surgir los hoteles que lo llevarían a la “fama”.

No puedo pasar por alto en esta columna cultural el notable impulso realizado por el Dr. Carlos Gonzalez para promover la Amazonía (y especialmente San Martín) como un destino turístico de excelencia además del invalorable apoyo a sus entrañables amigos artistas como Yoli Razzeto, William Rengifo (Rupay), Juan Echenique, Sixto Saurín entre otros y de los cuales atesoraba una nutrida colección personal en los ambientes de sus hoteles.

Los detalles personales que algunos de sus pocos enemigos quieran recordar, quedarán olvidados por las buenas obras y buena voluntad esparcida en el recuerdo de aquellos que lo rodearon y en la tierra por la que hizo tanto.

Sin duda un personaje que deja grata huella en la historia de San Martín. Hasta siempre estimado Cacique de Kanchiskucha fue un gusto conocerte. Descansa en Paz.

 

 

 

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