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viernes, abril 19, 2024

Muévete más

Cuando el cuerpo viaja por su propia cuenta alterando alguna de sus funciones, aparece esa sensación de no poder controlarlo, entrando en trance, vibrando, sacudiendo, en ocasiones se derrumba todo y a veces solo se desordena.

Cuando retomas la conciencia no sabes qué decir, porque no sabes lo que ha sucedido, a medida que el placer va aumentando, el éxtasis está próximo. A veces sudas por la sensación de nerviosismo y el ritmo del corazón, en ocasiones puede llegar a la taquicardia. Pero, ¿por qué temblamos?

Hay momentos que nuestro cerebro deja de tener un control con todo nuestro cuerpo, no existe respuesta física en nuestro organismo y es común que algunas personas empiecen a temblar, en el pecho, en el abdomen, en la pelvis y hasta por la parte más escondida del cuerpo. A veces se manifiesta en sueños y en otros, es la placentera realidad. Hay temblores de todo tipo y tu cuerpo lo sabe.

Estaba durmiendo y comencé a sentir algo raro en mi cuerpo, sudaba, temblaba, quería gritar y no podía, pensé que era un sueño, pero algo fuerte me despertó, me paralicé, quise moverme con libertad pero sentí una tensión en los músculos de mi espalda, como alterados o rígidos, inmediatamente cogí mi móvil, lo encendí, iluminé el cuarto, me calmé rápidamente, todavía seguía sintiendo el movimiento, sólo que era muy leve, en un par de segundos el movimiento cesó por completo.

Estamos sufriendo cambios climáticos severos y los movimientos telúricos son la respuesta a ellos, esa vibración de la tierra producida por una rápida liberación de energía, puede llegar a ser el temblor más leve o el terremoto más fuerte. Los más pequeños liberan una energía similar a la de un relámpago, pero los más poderosos podrían igualar al consumo anual de electricidad y superan a las explosiones atómicas más potentes. Al año se producen más de 300.000 terremotos con magnitud suficiente para dejarse sentir a lo largo y ancho de todo el mundo, pero por suerte la mayoría son temblores pequeños y que producen pocos daños.

Un movimiento telúrico es peligroso, puede incluso ocasionarte la muerte, con la llegada del sol incandescente o con el perturbador friaje, estamos más expuestos a sentir estas descargas. Si llegas a sentir un movimiento por más inofensivo que sea, es importante moverte estratégicamente para estar a buen recaudo, no te muevas por mover, muévete más y bien, porque con esa movida puedes asegurar estar libre de peligro.

Nuestro cuerpo de vez en cuando necesita de unas buenas sacudidas, para reaccionar, para mejorar, para disfrutar más del sol, para bailar bajo la lluvia, para sentir que el amor corre por todo el cuerpo. Por eso, un temblorcito siempre es bueno, pero no el movimiento telúrico, sino el del amor, ese que te mueve los sentidos y que también te mueve el corazón…

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