El contexto latinoamericano se va dibujando desde las simples demandas de los pueblos hasta la demanda jurídica de la justicia. Brasil siendo la tierra de Odebrecht, se convirtió en el referente de saber administrar una verdadera justicia. Es el país de la familia Odebrechet, que se proyectaba ambiciosamente casi en todos los países latinoamericanos, buscando atrapar en sus redes no a pequeños o sufridos empresarios que con mucho esfuerzo van emergiendo; pero los odebrechst, soñaron desde un principio para estar en lo alto y mirar lo alto. Esas grandes alturas administrativas y económicas, eran los jefes de Estado, o candidatos potenciales a ganar, ya sea elecciones nacionales, regionales y locales.
Pero nunca soñaron, que desde la más alta cima financiera que vivían a cuerpo de rey, con millones de dólares en sus cuentas, grandes comodidades y viviendas de lujo, radiante vida de grandes derroches y prestigio económico envidiables, de la noche a la mañana, se les vino el huayco y derrumbes como castillo de naipes que arrastraban a funcionarios de más alto nivel en varios países latinoamericanos, incluyendo jefes de Estado. Ejemplos, Toledo que está corrido de la justicia peruana; Alan García, que debe estar ya en proceso de investigación; Ollanta Humala y pareja, que viene siendo investigado con la prevención privativa de la libertad durante 18 meses, sobre lavado de activos. En el proceso seguramente habrá otras diligencias más que harán los jueces para posibles casos de acusación.
Muchos dicen que el juez, Richard Concepción Carhuancho, es el juez implacable, el juez acusador, el juez carcelero. Tantos otros adjetivos más que podrían decirse sobre este juez valeroso que no entra al terreno de las leguleyadas, y que sus interpretaciones responden a un minucioso análisis de indicios, sea a través de pruebas físicas, testimonios y grabaciones, que se acumulan como elementos básicos de convicción, para una acusación respectiva, y quien sabe para una condenación de pena.
El gran problema en estos casos de investigación, como que interrumpe a este proceso, son las llamadas apelaciones, y siendo otra sala de jueces que tiene que responder o dilucidar este caso, se crea muchas veces la inseguridad y burla en este caso a la ciudadanía, que está harta de tanta impunidad, y lo que el pueblo quiere, son casos ejemplares de enjuiciamiento y castigo, y no tener que lidiar los jueces con abogados que nunca van a aceptar las faltas y delitos de sus defendidos, porque son celosamente bien remunerados, y son estos tipos de abogados que miran y actúan desde el poder del dinero y por el poder del dinero, pasando por encima, la justicia, la verdad y la moral.
Entonces aquí se requiere que todos los jueces, sean del temple del juez Carhuancho, que actúen no bajo los millones de coimas, sino bajo la fortaleza del principio de la ley. Y el principio de la ley, no son las apelaciones, que tiene su razón de ser por el peso de los millones que en muchos de los casos las partes afectadas pagan a otras instancias superiores de la justicia para verse seguramente favorecida.
No de otra manera se deduce el semblante sonriente de Ollanta y de su pareja, dejándose calificar una cierta seguridad que solamente ellos sabrán para tomar mano otras alternativas cuando la justicia esté en sus contra. El mismo hermano de Heredia, manifestó a la prensa muy tranquilamente, cuando se fue a visitar a su hermana, que se rieron totalmente, como que la preocupación y la angustia, como suele darse en estos casos, por ellos no pasa absolutamente nada.
Al más fuerte, y cuando la persona es sana de conciencia, le hace pensar como una terrible fatalidad, la prisión, y el encierro, lógicamente es lo más angustiante y lo más terrible al extremo. Conocido es, que la “prisión” donde pasa su condena Fujimori, y teniendo ahora como visitante a Humala, no son realmente prisiones verdaderas, con rejas, pequeños cuadrantes y con muchas limitaciones; todo lo contrario, son habitaciones grandes. ¿Igualdad de prisión con los demás presos? Absolutamente nada.
Ahora la otra figura, y que la prensa escrita y televisiva nacional, realmente demasiada y apasionada cobertura le vienen dando, me refiero a Kenji Fujimori, armando éste todo un circo y haciéndose pasar por el “buenito”, cuando acude a visitarle a Humala, llevándole algo de comer, incluso el abrigo de su padre.
¡Qué tal circo, con tanta huachafería!, quiere parecer en este contexto del dolor ajeno, como el alma impecable, que se deja llevar por la caridad y la solidaridad.
No señor, aquí no hay nada gratis, hace ratos ya que vienes armando tu shok, y tu circo politiquero, porque quieres seguir siendo candidato toda tu vida. Porque ya le probaste que la vida de congresista y del poder, son agradables y seductores. Ya dijiste, que desayunas, almuerzas y cenas, política. Ósea, le agarraste a la política como negocio, como lo agarró tu padre, tu hermana y todo ese grupo de fujimoristas. Como le agarraron negocio a la política los apristas, los izquierdistas y toda esa masa de grupos que se dicen políticos independientes.
Nadie en política es independiente; sino respondes a intereses de capitales ajenos, respondes a tus propios intereses de ambición. Ambos intereses, tarde que temprano, te llevarán a la caída.
Mensaje a la juventud: no se metan a la politiquería; pero hagamos política desde nuestros oficios y habilidades.