“Ser maestro en el Perú es una forma peligrosa de vivir. Ser maestro en el Perú es una forma hermosa de morir”. Ricardo Dolorier Urbano es el autor de esta sublime expresión que desde cuando lo escribió en 1969, a raíz de la decisión del gobierno militar de entonces de suprimir la gratuidad de la enseñanza para alumnos que desaprueben cursos en sus estudios, se convirtió en una expresión de protesta contra aquello que con el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado se sentenciaba a la ignorancia y a la desigualdad en la enseñanza en nuestro país.
Si bien hoy no vivimos un gobierno dictatorial, son peores las consecuencias de la aplicación de normas que disminuyen la posibilidad de vida igualitaria de los maestros que con un sueldo de desigualdad se les somete a la peor ignominia en la que se puede vivir. Es increíble que a quienes se les da la responsabilidad de formar a las futuras generaciones del país, sean relegados a espacios donde la desigualdad para ellos sea el común denominador. Lo que interesa a los gobiernos de turno es que la educación no sea lo más importante, porque interesa más deseducar al país para que seamos objetos permanentes de explotación y que no sepamos reclamar nuestros derechos y formar parte de esa población a la que es fácil dominar convirtiéndola en presa fácil de la comercialización de posibilidades.
Son por lo menos 5 mil maestros titulados que hoy en San Martín no tienen trabajo y más de 40 mil en todo el país; ¿por qué haberles permitido formarse como tales, y no se les da hoy la oportunidad de ejercer su profesión?. Repetimos, interesa la deseducación para que seamos objeto de explotación de los grupos de poder a quienes solo importa que los peruanos no reaccionemos frente a la arremetida contra los derechos humanos.
Los maestros en el Perú nunca aceptarán estas imposiciones y como siempre fueron, luchadores, en este su día ratificarán su compromiso de rechazar todo cuanto pretenda imponer privilegios en desmedro de las grandes mayorías.
Y a aquello que dijo Ricardo Dolorier, le sumamos en esta fecha: “Solo merece vivir por un noble ideal quien está dispuesto a luchar por sus principios” •