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viernes, abril 26, 2024

Un presidente perdiendo soga y cabra

Si a las religiones, Carlos Marx, los calificó como el opio de los pueblos. Creo que esta calificación más acertadamente debería caer al grupo político mayoritario del Congreso. Institución esta que hace años perdió credibilidad y legitimidad de sus integrantes, amén de ese representante de San Martín por las filas del fujimorismo que perdió el orden sereno del habla por la tremenda carga de alcohol en su sangre, y tan fresco él en esas condiciones acude al Congreso, allende, lugar de personas honorables, hoy depositario de oportunistas con mil y tantos desprestigios de personalidad.

Esa comisión ética que tienen no sirve para la maldita cosa, porque entre ellos no se investigan absolutamente nada, menos van a generar disposiciones de castigo contra la actitud negativa de sus miembros; al contrario se aferran al tremendo privilegio de estar con la coraza de la protección, es decir, total inmunidad a favor de ellos y cero investigación contra la corrupción en las que están metidos una gran parte de congresistas.

Entre ellos por ejemplo votaron un proyecto Melgar con nombre propio, personaje éste que presentó dos proyectos uno de riego y otro de agua, siendo empresario sobre estos rubros, y el primer beneficiado de estas leyes aprobadas fue lógicamente él.

En el país miles de personas trabajan como empresarios en la informalidad, ejemplo reciente, ese sector las Malvinas en Lima, que no solamente no tenían licencia de funcionamiento, sino la actividad que hacían en esos contenedores, eran ilícitos como fluorescentes bambas, y desde ya también ilegales y criminales, porque les sometían a gente joven a trabajar como esclavos, es decir, encerrados con candado, cuyas manos de uno de ellos se veía que con desesperación se movían queriendo engullirse por una de las rendijas; la otra víctima también enseñaba un mástil que le agitaba con desesperación. El fuego y el infierno de la humareda negra, acabaron con ellos.

Culpables, no solamente el ministro de Trabajo que justificó a su sector por tener personal centrado mayormente en los trámites de las demandas y poca gente centrada en las inspectorías; culpables, el mismo alcalde Castañeda, por no poner férrea autoridad a través de sus inspectores; culpables, Sunafil, pero su representante de esta institución inspectora, justifica su poco trabajo de inspección, por varios derechos que el Estado les debe a sus trabajadores; culpables, los propios propietarios de los negocios que muchos no tienen el certificado o licencia de funcionamiento, y si lo tienen, son conseguidos por “debajo” por autoridades también que se prestan al juego de las coimas.

Culpables, sí, los verdaderos culpables que deberían pagar también con el peso de la ley, son esa gente del Congreso, que dicen fiscalizar y legislar. ¿Acaso se ponen a fiscalizar a su propia líder?, Salió una nueva versión de que Odebrecht les remojó la mano a los principales líderes políticos que participaban a ganador. Todos le cantan su santidad a su líder Keiko, pero que escuchen otra versión adicional de García y Ollanta (que lógicamente a estos dos y al más astuto de los prófugos, Toledo), debe la fiscalía y el Ministerio Público, si algo de justo tienen, deben investigar hasta el último y con severas sanciones a estos personajes.

La mayoría de fujimoristas de esa pésima institución del Congreso, son drásticos y severos jueces contra aquellos políticos que mencioné, pero le rocían agua bendita y le cantan mil rosarios a su propia líder.

Ahora PPK que no se deje engatusar más de lo manipulable que es este presidente, al pretender indultar a Fujimori, presionado para llevarse bien por la mayoría fujimorista del Congreso, haciéndole comer el cuento de que tiene derecho constitucional para firmar sí o no su liberación del reo Fujimori.

Debe entender PPK, sin bien le asiste el derecho constitucional como jefe de Estado, pero no le asiste ningún derecho del mandato popular, porque la mayoría de peruanos votó por él, pues una de sus promesas fue precisamente no indultar a quien cometió delitos de corrupción contra el Estado. Si no es coherente con el pueblo, por querer ser coherente con la mayoría fujimorista del Congreso, entonces estaríamos teniendo un presidente que perdió soga y cabra.

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