El periodista Augusto Álvarez Rodrich en su columna publicada en la edición de ayer en la República ha afirmado que cuenta con información relevante que confirma, a su juicio, que el presidente Pedro Pablo Kuczynski ya decidió indultar a Alberto Fujimori y que lo anunciaría pronto, antes del 28 de julio.
Si lo afirmado por Rodrich fuera verdad, entonces podemos entender porque se salvó de la censura Carlos Basombrío, ayudaría también a entender el agradecimiento de Kenji con este tuit: “Gracias, Señor Presidente @ppkamigo. Es hora de voltear la página. Le estaré eternamente agradecido”; lo que cuesta entender es respecto a la actitud de su hermana Keiko, que lejos de agradecer, lo que sería inminente, ha preferido seguir fiel a su estilo autoritario y prepotente, así lo evidencia su tuit: “Lleva meses evaluando el caso, llegó la hora de actuar. Haga uso de su potestad de Presidente. Indúltelo”. Quién puede negar que suena a orden, a mostrar músculo, a vender la idea que ella torció el brazo a PPK.
De la lectura de los párrafos precedentes surge una interrogante de fondo, será realmente el indulto a Alberto Fujimori el comienzo del fin de los males de este gobierno, y a partir de este hecho el país conseguirá estabilidad, despegue económico, grandes reformas y unidad nacional; para los entusiastas fujimoristas, sin duda es una gran victoria, para Kenji ni que hablar, a tal punto que terminaría por liquidar el liderazgo de su hermana; Keiko seguro que está en una encrucijada, Alberto Fujimori en la calle no sólo opacara su liderazgo sino que hasta podría inclinar la balanza a favor de Kenji, razón más que suficiente para entender porque desaprovechó y cerró la oportunidad que tuvo de tener a su padre en casa con arresto domiciliario.
Ahora, respecto a PPK, no hay duda que el indulto constituye su pasaporte a la historia, sería el hecho por el que más se lo recordaría, la pregunta es ¿pasará como un héroe o como un villano?, ¿como un consecuente o como un genuflexo?, por lo menos para medio Perú, que votamos por él en la segunda vuelta, su decisión de indultar representa una capitulación ante el fujimorismo. Capitulación que no solucionará los problemas de PPK, al contrario seguirá lidiando con una bancada chantajista y obstruccionista, y sumado a ello tendrá la calle caliente y movilizada, cuidado PPK que puedes perder soga y cabra.
No hay duda que el debate tiene para largo, la pregunta seguirá siendo, ¿será mejor para el gobierno de PPK una capitulación o una confrontación con el fujimorismo?
Finalmente no olvidemos que en este caso, no hay espacio para posturas medias, es o no es, así de simple. Comunique al país Señor Presidente su personalísima decisión, los peruanos marcaremos también nuestra posición.