Nunca hubo una censura tan anunciada como la que Martín Vizcarra logró evitar. Él sabía que presentar su renuncia al Ministerio de Transportes y Comunicaciones era el mejor recurso, ya lo había hecho antes, en una reunión con el Presidente del Consejo Ministro y demás titulares de carteras, en dicha cita se acordó no aceptar la renuncia y esperar la interpelación así como el informe de la contraloría. La decisión de Vizcarra había dejado algo descontento a PPK.
Ese descontento, quizás, puede verse en el video donde PPK agradeció la abnegada labor de Vizcarra, el mandatario hizo referencia que desde campaña siempre quiso que los vicepresidentes lo acompañen en el gobierno trabajando por las regiones, pero se contradice nombrando ministro a Vizcarra y con sentida voz expresa – después de 10 meses – que la renuncia es un alivio.
El que PPK haya aceptado la renuncia, dejó fuera la posibilidad de una cuestión de confianza que ante una posible censura – según el artículo 86° del reglamento del Congreso – se puede plantear después de la interpelación.
Vizcarra tenía una censura anunciada no sólo por la mayoría parlamentaria en contra, sino que Chinchero y puntualmente la Adenda firmada por el gobierno traía consigo muchas irregularidades.
La caída de Vizcarra es un golpe muy duro para el Gobierno, es primer vicepresidente, la persona que remplaza a PPK en caso esté fuera del país o imposibilitado de ejercer sus funciones pero ¿Qué pasó con el gobierno de lujo? ¿O es que los técnicos encargados de la transferencia en la cartera de transporte y comunicaciones no se percataron de este gran detalle?
La contraloría ya se había pronunciado con anterioridad sobre el caso Chinchero y Vizcarra tuvo el tiempo necesario para investigar y denunciar todas las irregularidades, que hoy terminan en un informe con responsabilidades penales para 10 funcionarios del gobierno.
Todos estos elementos sumaron a la inminente posibilidad de censura del primer vicepresidente, es más, él ya lo dijo “Creo que sí me iban a censurar”. Con la renuncia logró evitar el referido procedimiento parlamentario, pero no fue suficiente para las fuerzas opositoras, Daniel Salaverry expresó que no basta con una renuncia, Luis Galarreta pidió a PPK mayor decisión con Vizcarra y Héctor Becerril aprovechó para lanzar dardos al gobierno de Kuczynki que ahora se encuentra viviendo sus horas más duras y eso que pronto se interpelará al ministro Basombrío.