Ante el nuevo proceso electoral que se avecina el cotarro político regional comienza a calentarse. Y mucho más, porque, como muchos dicen y se escucha en todos los mentideros políticos, se han frustrado muchas expectativas. Es cierto, también, como alguna vez mencionó Héctor Adolfo Morey Zumba, “no debemos cifrar nuestras executivas en los políticos”, o algo así.
Me motiva a escribir este comentario porque un colega exige que “la región debe ser gobernada por un profesional que conoce gestión pública con igual equipo técnico que conoce la región” (sic), publicado en el Facebook. Discrepando con mi colega pregunto: ¿Los aspirantes que no son profesionales ya están vetados de antemano? ¿Qué es ser un ´profesional´? Viene entonces a mi memoria la entrevista que le hiciera César Hildebrandt a Miguel Ángel Cornejo, ya desaparecido, quien dijo que durante la gestión de Carlos Salinas de Gortari, en México, sus altos funcionarios procedían de Harvard, Stanford, Yale, Columbia, John Hopkins, y ¿qué dejaron después? Nada más que caos y corrupción. Entonces, ¿el ser ´profesional’ garantiza una gestión eficiente?
Pretender, de repente con buenas intenciones, que solo los titulados puedan acceder a la política y ser gestores políticos del desarrollo no es solo anticonstitucional, sino discriminatorio. El que una persona tenga título universitario no garantiza que vaya a ser proba, correcta e íntegra y sea un gestor eficiente. El caso mexicano lo ilustra dramáticamente, y más aún el caso peruano con el Lava Jato, donde están metidos hasta el cuello presidentes, ministros, gobernadores, altos funcionarios (éstos últimos como cabezas de turco del verdadero malandrín).
Muchos se llenan de títulos solo para ser competitivos y tener el perfil para el cargo; se necesitan políticos con visión de futuro, con convicciones, que sepan ser humildes y tengan capacidad para elegir a la gente que les acompañe. La historia del emprendurismo norteamericano nos da ejemplos de personas que no necesitaron de títulos universitarios (ser profesionales) para construir emporios poderosos, como Michaell Dell, Steve Job, Paul Getty. (Del último son proverbiales sus frases: “Algunas personas encuentran petróleo, otras no” y “Si usted le debe al banco $ 100 dólares ese es tu problema. Si usted le debe al banco $ 100 millones, eso es problema del banco”).
Si bien es cierto que todos tienen derecho a aspirar a ser Gobernadores, no todos tienen las aptitudes para el cargo. Los títulos no le dan a la persona la calidad de honestas, sanas y equilibradas, y ejemplos sobran. Pero evitemos también el aventurerismo de algunos que se creen iluminados y sus soberbias ya se notan desde lejos. De muchos ex presidentes regionales ya nadie se acuerda, porque sus faltas de capacidad no les permitieron articular procesos de desarrollo y muchos vivieron en sus propias nubes, y todos fueron ´profesionales´. El cartón que da la universidad es para que la nación sepa que ha formado un profesional; que lo demuestre, ya es otra cosa, mi querido Gilberto. [Comunicando Bosque y Cultura].