T. Harv Eker, multimillonario estadounidense y autor de un maravilloso libro llamado “Los Secretos de la Mente Millonaria” entrenador y transformador de vidas, entra en la m durante un poderoso entrenamiento de mente millonaria para sacar a lo bestia y sin anestesia mis patrones sobre el dinero, experiencia que compartiré y espero pueda conectar con muchos.
Cuando hablamos de patrón muchas cosas pueden venir a la mente, en el caso de las finanzas el patrón puede ser comparado con una guía establecida y diseñada para lograr un producto específico, ejemplo el patrón de construcción de una casa (plano o diseño), o el patrón para la confección de un vestido. El patrón puede ser un modelo para la fabricación de algún producto. En el caso del dinero, el patrón es la forma en que fuimos diseñados en relación al dinero, es un programa o modo de ser.
Nuestro patrón sobre el dinero se compone de una mezcla de nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras acciones. Pero ¿Cómo se forma?, pues es simple, tu patrón del dinero consta principalmente de toda la información que recibimos desde que somos niños, información que viene para la mayoría por no decir la totalidad de las personas desde los abuelos, padres, tíos, hermanos, hermanas, amigos, maestros, figuras de autoridad, líderes religiosos, medios de comunicación y la comunidad en la que vivimos, la cultura que nos rodea entre otros.
Entonces todos estos informantes que forman parte de nuestro proceso de crecimiento y desarrollo, nos “enseñan” como pensar y sentir con respecto al dinero y cómo actuar en relación al mismo. Y si eso me pasa a mí, te pasa a ti y le pasa a todo el mundo.
Cuántas veces hemos escuchado expresiones como: el dinero no es tan importante, pobre pero honrado, el que no tranza no avanza, el dinero no compra la felicidad, en que estará metido Daniel para tener ese carro, el dinero corrompe, el dinero es el origen de todos los males, el dinero no crece en los árboles, poderoso caballero es don dinero, el dinero es el origen de todos los males, los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, entre muchas y la peor de todas: el dinero no es para nosotros. Seguramente muchas más están viniendo a tu mente por que las opiniones negativas y desvalorizantes es lo primero y más fácil de encontrar en el depósito de pensamientos, lo cual no es bueno ni malo, son solo parte de nuestra programación y que hacen que actuemos de manera condicionada frente a sucesos relacionados con el dinero y que nuestras reacciones sean automáticas gracias a esta programación y que por tanto van a dirigir nuestras acciones por el resto de nuestras vidas.
Un principio de riqueza nos dice lo siguiente: “Los pensamientos llevan a sentimientos, los sentimientos llevan a acciones, las acciones llevan a resultados”, entonces tendría sentido que nuestro patrón sobre el dinero pueda ser la explicación a los resultados que tenemos en la actualidad sobre nuestras finanzas? Totalmente, nuestros pensamientos son esos “archivos de información” que abundan en los millones de cajones de nuestra mente, y como ya hemos visto procede de toda la información pasada que hemos recibido.
Ahora, es posible que viendo mi bolsillo, mi billetera, mi guardadito, mi cuenta en el banco, esté sintiendo que todo lo que hice y hago no es suficiente y que no estoy obteniendo los resultados que esperaba y que no me alcanza para mis necesidades y que cada vez el sueño de una casa propia, o de mi carro nuevo, o de viajar a Cancún o de mandar a mi hijo a la universidad o de pagar mi maestría o de subir a la montaña mágica de Disney se esté quedando solo en eso, un sueño, sea por mis patrones sobre el dinero? La respuesta es SI.
Cuando mi hijo adolescente me pedía dinero lo primero que le contestaba era “pucha ya parezco cajero automático, sale y sale pero no entra!”, parecido a lo que alguno de mis padres decía “¿acaso estoy hecho de dinero? solo sabes pedir!”. Mi frase es más moderna y acorde a mi generación, pero ahí está el patrón, he sido condicionada verbalmente para responder de manera muy similar al mismo hecho pero en la posición de madre. Este fenómeno se llama condicionamiento verbal, y es extremadamente poderoso, por que permanecen en nuestro subconsciente y rigen nuestra vida
En el siguiente artículo, comenzaremos a cambiar nuestros patrones a través de “reprogramaciones verbales”, creando nuevos condicionamientos para dar un giro a nuestras vidas. Mientras tanto los dejo con el siguiente pensamiento:
“Si quieres cambiar los frutos deberás modificar primero las raíces. Si quieres cambiar lo visible, deberás transformar lo invisible” T. Harv Eker