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Max Henry Ramírez García (Tarapoto, 04.09.1959) es el primer presidente del gobierno regional de San Martín elegido en comicios electorales dentro del proceso de descentralización del país que impulsó Alejandro Toledo, (2002-2006). Bachiller en Ingeniería de Minas, de la Universidad Nacional de Ingeniería, Lima, fue elegido dentro de las filas del partido aprista pero pronto mostró su discrepancia con la cúpula regional de dicho partido. Había ganado las elecciones en un proceso electoral reñido donde los votos se pelearon al milímetro.

Desde el inicio de su gestión Max Ramírez García dio señales de gobernar la región con visión de futuro. Los gobiernos “regionales” salían de la etapa de los llamados Consejos Transitorios de Administración Regional. Era una nueva experiencia de manejo político, como, también, una nueva manera de entender el gobierno. Gracias a la intermediación del Ing. Edgar del Castillo Zumaeta tuve mis primeros contactos con el presidente y es cuando le doy sugerencias y que, como político hábil, inteligente y visionario, los hizo suyos. Un destacado hombre de negocios, amigo suyo, me propuso para su consejero; sin embargo, poco después me designó como su Gerente Regional de Desarrollo Económico, gesto por el que le he vuelto a agradecer personalmente hace poco.

Max Ramírez García, como presidente, tuvo una visión clara del desarrollo regional. Rompió esquemas y se enfrentó al poder local y regional, así como a los intereses partidarios de la cúpula partidaria que le llevó al poder. Cuestionó el proceso casi impositivo de las concesiones forestales pues comprendió que devenía en irregular y no garantizaba ser un proceso sostenible, además de ser solo de carácter extractivo. Y el tiempo le ha dado la razón.

Era tema crucial las exoneraciones tributarias en la Amazonía pues los tributos retornaban a los comerciantes bajo el mecanismo del reintegro y que no cumplía su propósito. Max Ramírez lo abordó con coraje e inteligencia y en una lucha tensa en la que finalmente su tenacidad y perseverancia logró imponerse se materializó en la asamblea de la ciudad de Saposoa donde se aprueba la histórica Ordenanza Regional N° 008-2003, convirtiéndose después en Ley, por el que se crea el fideicomiso regional elevándose de 20 a 500 millones de nuevos soles anuales el presupuesto de inversión en la Región. Max dejaba recursos seguros y suficientes para los gobiernos regionales del futuro.

Fue un gobierno decisivamente constructivista. Durante la gestión de Max se inicia el proyecto de Irrigación de Winge, en la provincia de Picota, obra de importancia para la región y gracias a ella se incorporan tierras para la explotación agrícola, siendo un gobierno decisivamente agrarista porque, también, realizó más de cincuenta obras de desarrollo en el Alto Mayo por lo que, dicen, tiene una formidable base política asegurada en el campo.

Todo el mundo parece haber olvidado que durante la gestión de Max Ramírez García se construyó el moderno local de Moyobamba donde funciona la sede del aparato burocrático del Gobierno Regional de San Martín. Se construyeron veintisiete colegios (uno por mes), diecisiete obras de agua y desagüe, carreteras y puentes, todo ello gracias a la administración eficiente del escaso presupuesto con el que disponía. Luego, la gestión de Max Ramírez García fue un gobierno pensado en el bienestar general, y no en los cálculos políticos, y por eso su trascendencia histórica. Es el ejemplo del político que asumió su rol con convicción y responsabilidad, ajenos al voluntarismo cortoplacista, y es de justicia reconocerlo.