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jueves, marzo 28, 2024

IPC vs IDH

Estado de Opinión

Por: Marcelino Arévalo

Uno de los indicadores que mide el desarrollo de los países hoy en día está directamente relacionado con el grado de corrupción de sus instituciones tutelares, Transparencia Internacional publica todos los años el índice de Percepción de la Corrupción y en el ranking del 2012 nuestro país figura en el puesto 83 de los 165 que conforman la lista.

En el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2012, Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda comparten el primer lugar, con una puntuación de 90, una posición que han podido alcanzar en parte debido a que cuentan con sólidos sistemas de acceso a la información y normas que regulan la conducta de quienes ocupan cargos públicos. Para el mismo año el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que publica las Naciones Unidas coloca a estas tres naciones entre las más desarrolladas. No hay que ser un sesudo analista para darse cuenta que el retraso de los países o el freno a su desarrollo está íntimamente ligado a la corrupción.

Lo que hemos podido observar en los últimos días no hace más que confirmar que cada elección lejos de convertirse en una oportunidad para lograr desarrollarnos como país y como seres humanos, lo que hacemos es pelearnos entre nosotros para finalmente terminar poniendo al gato de despensero, eso es lo que finalmente termina siendo un elección, la bonanza económica que vive una gran sector del país nos hace creer que nos estamos desarrollando cuando lo que realmente está ocurriendo es la consolidación de viejas mañas que no hace otra cosa que mantener el Status Quo de un sector minoritario que termina teniendo el control y acumulando poder, para luego mal utilizarlo y continuar en el círculo vicioso que nos lleva a la involución.

Es verdad, somos recurrentes en el tema y muchos nos preguntan si realmente obstaculiza la corrupción el desarrollo de los países, ¿cómo no pasar de aguafiestas en un país donde las cifras macroeconómicas parecen contradecirnos?, basta dar un vistazo a los resultados del censo estudiantil para entender que si no somos exigentes con nosotros mismos para lograr un país con niños más preparados, serán presa fácil en un mundo cada vez más voraz e implacable.

Los países llamados emergentes, se han convertido en un destino interesante para profesionales de otras latitudes que ven abrir sus posibilidades de desarrollo emigrando hacia espacios donde la competencia no será tan dura como en sus propios países, que hoy atraviesan por graves crisis económicas.

Hoy tenemos en el Perú una clase política a la que no le interesa el desarrollo, tal vez sin querer y sin pensarlo hemos convertido a este sistema en autodestructivo, no da más desde las capacidades intelectuales y hemos podido comprobar que tampoco lo es desde la moral y la decencia.

Si antes creíamos que la impunidad era el peor de los males, aún nos falta ver como revertir la situación donde muchos de los políticos que ostentaron el poder y con grandes posibilidades de volver, hoy no ven problemas en liberar narcotraficantes ni coludirse con ellos con tal de saciar apetitos de poder… la conducta ética y la moral les estorba, esto es lo más difícil y complicado pero no imposible de superar.

 

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