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viernes, abril 19, 2024

Historias de Tarapoto, 10

Don Julio Samaniego Paz es el alcalde de Tarapoto de quien se guarda su memoria con mayores afectos. Una breve semblanza sobre él ha publicado don Amílcar Rodríguez del Águila en su revista “Experiencias, Realidades y Esperanzas”, de su propiedad. Y parte de esta semblanza de don Julio tiene su fuente en esa publicación, como en otras.

Don Julio, según la fuente indicada, nació en Lima el 26 de mayo de 1901 y se aventuró muy tempranamente llegando a San Martín y residiendo en Moyobamba, donde fue profesor en la especialidad de Educación Física en el histórico colegio Serafín Filomeno. Recién me explico las razones por las que siempre me llamaría la atención su figura alta, esbelta y su caminar erecto cuando le encontraba en la primera cuadra del jirón San Martín, en Tarapoto, donde tenía una tienda bazar bien surtida.

Don Julio fue un verdadero armador. Los vendedores que nacieron en su negocio se independizaron y pusieron en Tarapoto sendos negocios de la misma línea del promotor. En su tienda, el comercio de géneros era la línea principal. Y ahí estaba el señor Samaniego, lleno de una vista penetrante y su mirar serio a quien, en mi percepción, parecían serle ajenos otros temas. Pero nos engañamos, porque, con su inmenso espíritu de comunidad y amor a la gente, llegaría a ser uno de los hombres de negocios de mayor trascendencia en la ciudad, rivalizando en poder con el poderoso industrial alcoholero que fue don José Luis López Ramírez, potentado y propietario del emblemático fundo “Arcadia”, hoy convertido en el pueblo de Bello Horizonte.

El famoso periodista Paco Rivero, en una instantánea de su revista TARAPOTO (Julio, 1987), recoge la imagen de la inauguración de la fuente El Fondero (falta confirmar la fecha), que surtía de agua a la ciudad de Tarapoto, siendo alcalde don Julio Samaniego Paz quien, para estas ocasiones, solía vestirse de manera solemne, con saco y corbata. Su labor como alcalde fue tremendamente positivo para la ciudad y es de justicia reconocerlo.

Este espacio es muy corto para dedicarnos a relievar las importantes obras que hizo don Julio Samaniego Paz en la ciudad y otros distritos, así como rescatar su calor humano y vocación de servicio, valores de los que los alcaldes de ahora carecen, y queda como una deuda de “Comunicando Bosque y Cultura” y Los Wiwaneros, para desarrollarlo con mayor amplitud, pero valga la ocasión para explicar que en vista de su calidad personal y sus valores, don Julio es nombrado alcalde de la provincia de San Martín por renuncia del Ing. Manuel F. Del Carpio Carrión, tomando posesión del cargo a las cinco de la tarde del cinco de octubre de 1954, en una sesión también solemne. En sus palabras de presentación, don Julio prometió secundar la política constructiva del gobierno. Gobernaba el país el general Manuel A. Odría. Sería el inicio de una fructífera labor, pues habría de ser alcalde en varias oportunidades, donde dejó huellas de su amor por la ciudad demostrando un gran espíritu y amor a esta tierra. Ampliaremos esta historia; don Julio Samaniego Paz se lo merece. (Comunicando Bosque y Cultura).

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