ESCENA I: La única cosa real en el país es LA POBREZA. Ante esta realidad, hay miles y miles de “gallinazos” que se posan electoralmente para pretender crear otra realidad: LA PROMESA y frente a esta realidad creada, se presenta LA MENTIRA, pues nunca se hacen realidad lo que un político promete, y la pobreza como triste realidad, sigue y sigue.
ESCENA II: Los ciudadanos viven y vivimos en permanentes ensayos en lo que a elecciones de políticos para las diversas jefaturas: municipales, regionales y nacionales. No hay una sola ficha política que sea lo ideal: todos intentan, todos procuran; todos tienen como única visión: al término de la gestión, los pueblos que eligen quedan igual o peores; pero los que fueron elegidos, terminan con cuentas millonarias bien abultadas. Como no hay justicia que haga un trabajo impecable, nadie termina preso.
ESCENA III: La gente protesta como siempre: no tengo empleo y si tengo no me alcanza; el costo de vida de los productos de primera necesidad, nunca vuelven a su precio normal después que lo subieron; ¿Dónde está la igualdad de oportunidades? No existe; ¿dónde están las promesas que prometieron? Tampoco existe. ¿Dónde están las ilusiones? Esto hay a montones, por cada metro cuadrado de tu entorno donde vives.
ESCENA IV: ¡Entonces para qué carajos existen las elecciones! ¿Por qué permanentemente vivimos en elección tras elección y no se soluciona nada? Los pocos millonarios del país y los políticos mafiosos tienen miedo que se cambie la Constitución, dicen maliciosamente que la Constitución no soluciona los problemas. Por supuesto, esta Constitución fujimorista nunca solucionó los problemas sociales y económicos y nunca los solucionaría, porque el ADN de su razón de ser es, favorecer a los que más tienen y darles potestad a los que más pueden.
ESCENA V: La derecha mafiosa y corrupta y alguna mala prensa vendida, todo encuentra falso en los demás; la izquierda cerronista y oportunista de mil maneras busca colgarse de todos los poderes, es consciente cuando dice que tener el gobierno no es tener el poder. Poder lo tuvo Fujimori que copó todo el aparato estatal y civil de la sociedad. Este poder le fascinó a Fujimori y Montesinos y desde ya le fascina al alumno aplicado del sistema dictatorial de Cuba.
ESCENA VI: Dónde está la escuela literaria y política de Mario Vargas Llosa, que ciertamente mucha generación adulta le tuvieron como ícono, pero cuando hizo campaña por la mujer del rezago fujimorista y que en una oportunidad le calificó de cáncer, frente a otro apestado de la política que le llamó sida. Resultó el hombre de letras arrodillándose ante la mujer que representaba el cáncer; la generación adulta que le rendía honores a este escritor interesado, le quitaron por lo menos el honor de reconocimiento en la sana conciencia de un buen lector de obras literarias.
ESCENA VII: Si queremos una sociedad limpia, sin corrupción, sin falsos políticos, la actual generación debe empezar disciplinadamente leyendo obras literarias, obras políticas; prepararse en todos los campos; leer también la propia realidad desesperante de cada sociedad; vivirla y plantearse el reto de solucionar sus grandes demandas y sus grandes problemas.