Madre no hay una sola. Hay muchos tipos de madres; pero todas, salvo casos de locura, tienen un rasgo común: el amor por el hijo. Igual la reina que se desvive por el príncipe que la mujer humilde, para la cual su hijo es un príncipe o princesa.
Acertó Oscar Wilde cuando escribió que todos los hombres son príncipes en el exilio. Porque cuando somos adultos, cuando nos creemos maduros, sabemos, sentimos, que el amor de la madre que nos dio cariño, afecto, dirección, amparo, sin los cuales nos sentimos huérfanos.
El padre y el niño -a- son dos seres; pero la madre y el niño –a- son uno solo
Esa imagen concentra a millones de madres peruanas, de todos los estratos sociales, que dan la vida, más allá del nacimiento. La mujer humilde, esa que inventa trabajos para dar de comer a sus retoños, es la mujer del campo, es la mujer del mercado, la mujer profesional, madre por sobre todo el amor infinito que pueda derrochar. Ningún varón alcanza esa capacidad heroica, silenciosa, diligente.
Desde que se instituyó, gracias a la iniciativa del estudiante sanmarquino Carlos Alberto Izaguirre, en 1924, el Día de la Madre en el Perú, la celebración ha sufrido cambios, no siempre para bien.
En años recientes prima el sentido comercial. Nada adecuado parece que en el Día de la Madre se le obsequien ollas, planchas, electrodomésticos, objetos que en el fondo sirven a los hijos más que a la madre. En muchos casos y casas, el día es ocasión para una ebriedad varonil que nada tiene de encantador para la madre.
El sentido maternal, más allá de la función femenina
El día de la madre es la sonrisa suave, la voz dulce de la mujer, que la distinguen desde niña, afloran por su destino futuro de madre. La maternidad es una función femenina, pero no es la única. Hay mujeres que no son madres, por razones físicas o por no haber formado familia. Pero, por encima de eso, la mujer siempre tiene algo de madre.
Hay aspectos de la maternidad que deben preocuparnos. Uno es la mala o insuficiente atención que se brinda a la madre y el niño –a-, sobre todo en las zonas rurales.
Maternidad en nuestra realidad
El otro es el creciente tema de la maternidad es temprana en la edad de las jovencitas: que en el Perú, 12 de cada 100 adolescentes están embarazadas o ya son madres, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2018 (Endes). Loreto, Amazonas, Ucayali y San Martín tienen las tasas más altas de gestantes entre los 12 y 17 años.
La madre en nuestras vidas: a manera de reflexión
Una madre nos da amor sin esperar nada a cambio, de invertir todo sin medir, una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando los demás la han perdido. Es la única persona del mundo que siempre está de forma incondicional. Si estás feliz, celebra contigo, su mirada tierna se endurece cuando me hace falta una lección, su fuerza y tu amor es la guía y nos da alas para volar con seguridad.
La madre es donde primero acudimos los hijos cuando tenemos problemas, por más errores que cometamos en nuestras vidas, siempre estará ahí para recibirnos de nuevo. Mamá, merece más que una flor, un perfume o un regalo, se merecen que cada día les demostremos respeto, comprensión y que les digamos lo importantes que son para nosotros. Todos los días son el día de la Madre. Sólo la muerte interrumpe su ternura.
Magistral poema, de Gabriel García Márquez, lo escribió como carta de despedida para su madre.
Si supiera que esta fuese la última vez
Que te veo salir por esa puerta,
Te daría un abrazo, un beso
Te llamaría de nuevo para darte más…
Si supiera que esta fuera la última vez
Que voy a oír tu voz Grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas
Una y otra vez indefinidamente…
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo
Diría te quiero
Y no asumiría tontamente
Que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida
Nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien,
Pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda
Me gustaría decirte cuanto te quiero
Que nunca te olvidaré
Autor: Gabriel García Márquez