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jueves, abril 25, 2024

“El Perú es una de las sociedades con menor confianza”

Hay que trabajar en equipo, nadie va a poder surgir o sobresalir solo, para que los equipos funcionen es importante la construcción de sociedades cohesionadas, donde todos nos podamos ver como iguales y podamos cooperar, por eso es que me duele tanto, me lastima tanto esta estadística…”

“Hay que tener eso como uno de los puntos de partida”

Hugo Ñopo Aguilar, investigador y economista; con un Ph.D. en Economía por la Northwestern University (Evanston, Illinois), Maestría en Economía Matemática por el Instituto de Matemática Pura e Aplicada (Rio de Janeiro, Brasil) y dos grados universitarios, uno en Matemáticas por la Pontificia Universidad Católica del Perú y otro en Ingeniería de Sistemas por la Universidad Nacional de Ingeniería (Lima, Perú).

Actualmente es Investigador Principal de GRADE. Desde ahí ha desarrollado estudios para el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, UNESCO, PNUD y el Consorcio de Investigación Económica y Social. Hugo Ñopo Aguilar además es miembro de directorios de emprendimientos sociales y patronatos para el desarrollo social en el país y en latinoamericana.

Hugo mantiene activa una amplia agenda de investigación basada en dos ejes temáticos: la educación y los mercados de trabajo, con una especial atención a las desigualdades étnicas y de género. Actualmente es Investigador Afiliado del Instituto para el Estudio del Trabajo (IZA) en Bonn, Alemania, y miembro del consejo de Latin American and Caribbean Economic Association (LACEA).

La Universidad César Vallejo filial Tarapoto está organizando la conferencia denominada “Perspectivas económicas 2023”, teniendo la ponencia de Hugo Ñopo, la misma que se desarrollará hoy martes en el Hotel Cumbaza a las 7 de la noche. La rectora y el director de la escuela de post grado de la UCV han hecho posible realizar este evento con la ponencia del destacado profesional. VOCES dialogó con el destacado economista y esta es la entrevista 

En el tema educativo, alguna vez leí una columna donde decías, ya nomás profesores, sino que hay que fortalecer capacidades en nuestros docentes ¿te reafirmas? 

Claro, somos un país que tiene 700,000 personas con grado pedagógico, pero solamente empleamos 500,000, o sea tenemos un exceso de profesores, el problema no está en la cantidad, el problema está en la calidad de los profesores, una gran mayoría de esos 500,000 profesores, lamentablemente no tienen las habilidades ni cognitivas ni pedagógicas para transmitir los mejores conocimientos a nuestros estudiantes, es ahí donde hay que apuntar 

¿Y cuál es su origen para este declive? 

Bueno, hay varias razones, una de ellas es que tradicionalmente la educación superior ha sido una aspiración de nuestra sociedad, todos nuestros hogares sueñan con que los hijos de nuestros hogares vayan a la universidad, no que vayan a una profesión técnica, no, que vayan a la universidad, entonces, siendo esa una aspiración tan grande, tan fuerte, tan marcada, resulta que en muchos hogares los jóvenes no necesariamente tienen las condiciones para ingresar a la universidad y ahí es donde, si es que no tienen las condiciones, a las habilidades cognitivas me refiero, no pueden entrar a ingeniería, quizás a la medicina, entonces entran a carreras que demanden menos habilidades matemáticas y de comprensión lectora y ahí está la pedagogía que ha estado en todas nuestras universidades como una carrera que típicamente requiere puntajes de admisión que sean menores, requiere exigencia entre los cuatro o cinco años de carrera que son menores también, pues resulta ser ese nicho, ese recurso que tienen algunos hogares de poner a sus hijos en universidad y cumplir el sueño, cumplir con la aspiración, pero sin que esto demande demasiados esfuerzos, demasiadas habilidades cognitivas, demasiada inversión también, la inversión que se requiere para estudiar una ingeniería, la inversión que se requiere para estudiar medicina es claramente superior a la inversión para estudiar una pedagogía.

Hugo Ñopo Aguilar, investigador y economista

Pero necesitamos tener una buena base, y recogiendo una opinión suya, señalabas que en el Perú la inversión en educación pública es insuficiente. 

Se invierte poquísimo, invertimos $1100 por estudiante por año, nuestros vecinos invierten muchísimo más, Chile invierte el triple, $3500 por estudiante por año, Colombia invierte doble $2400, estamos muy rezagados y atención que estoy haciendo comparaciones con países vecinos nuestros, países que tienen realidades muy similares a las nuestras, entonces, no tendríamos por qué estar invirtiendo tampoco.

Y justamente haciendo la relación con países vecinos, es una triste realidad que hemos comprobado en la triple frontera Perú Colombia y Brasil, estudiantes peruanos que visten el uniforme colombiano, los útiles escolares colombianos, agarran su canoa, cruzan el Amazonas y van a una escuela pública colombiana. ¿Entonces, qué destino les depara a esos niños?  

Claro, pensemos en su identidad nacional, hay un pendiente.

Y esas brechas, esos pendientes en la economía que marcan la pauta social económica del país, desde los gobernantes, ¿aquellos chicos parecen no que no cuentan en las estadísticas? 

Están, pero están rezagados. Somos una de las regiones del mundo más desiguales en América Latina y el Caribe, es una de las más desiguales junto con el África y esta desigualdad de ingresos, que es la que típicamente medimos, es resultado de varias desigualdades, una de ellas es la desigualdad educativa, las condiciones para el aprendizaje de una escuela ahí en la frontera donde usted me menciona, son claramente diferentes para el aprendizaje en Lima, en algún distrito pudiente, entonces, ahí todavía hay una valla gigantesca desigualdad, porque a lo que hay que aspirar cómo país es a esa igualdad de oportunidades, en la medida que todos tengamos las mismas oportunidades, cada quien va a poder avanzar según su potencial que es lo que hoy no sucede.

Un estudiante, un profesional como va a fortalecer sus capacidades en medio de esta inestabilidad qué vivimos como país, a sólo 10 meses de haber elegido al gobernante y parlamentarios no nos sentimos representados, ¿cuál es tu mirada? 

Hay un pendiente ahí, necesitamos urgentemente una reforma política en el país, necesitamos que nuestras autoridades electivas pasen a entender esta palabra clave, tienen que sentirse deudores, una vez elegido tiene que sentirse deudor, ya no solamente de quienes lo eligieron, de quienes votaron por él, sino de toda la sociedad a la que representa, ese vínculo elector elegido todavía no se ha consolidado, todavía es demasiado débil, todavía es demasiado clientelista, por ahí tienen que venir las grandes reformas del futuro en esta región, en el país en general.

¿El trabajo de la SUNEDU como la vez? 

Muy necesaria, SUNEDU es uno de los organismos que siendo nuevo es imperfecto, tiene que ir mejorando, pero claramente está y poniendo un poco de orden en un mercado que antes era demasiado desorganizado, demasiado desregulado, donde los padres de familia no tenían información respecto a la calidad de las universidades, donde no había control desde condiciones básicas de calidad, todo esto está comenzando a poner SUNEDU dentro de la mesa y es importante, habrá que ir mejorando en el camino, habrá que ir corrigiendo los requisitos que se ponen paras las condiciones básicas para la calidad. Tiene que haber un sistema, porque el equilibro que teníamos antes de la autorregulación de una Asamblea Nacional de rectores que se auto regulaba no funciona.

¿La pandemia nos ha desnudado como estado, como sociedad? 

Sí, llevábamos 20 años de crecimiento, llevábamos un éxito macroeconómico sólido y hasta había sido calificado como el milagro económico peruano en foros internacionales, pero era un cascarón macro, había que escarbar un poquito y darse cuenta que los funcionamientos micro tenían grandes debilidades, uno de ellos y el más importante es el mercado de trabajo, es a través del trabajo que las personas convierten justamente ese bienestar macro en bonanza para sus hogares y ahí es donde estaban fallando el clamorosamente las cosas. El trabajo y nosotros sabemos, para que las personas sean exitosas de un mercado de trabajo necesitan, una educación básica muy sólida básica superior (…) entonces la lista de pendientes es enorme, justamente de eso va a tratar mi charla mañana a las siete de la noche, donde vamos hablar justamente de la lista de pendientes para el desarrollo nacional y regional.

Dentro de esa lista de pendientes habría que recordar que, en los años 80, Belaúnde nos decía que “estamos aprendiendo a vivir en democracia”, la constitución establecía qué se debería asignar el 5% de presupuesto nacional en educación, lo cual nunca se ha cumplido, son esas secuelas que estamos padeciendo? 

Claro, si hablaba del cinco en su momento, se habló del seis, el acuerdo nacional puso como meta el 6%, ahora vimos en la campaña presidencial que ya los candidatos ofrecían y ofrecen cualquier cosa cuando hablaban del 10% del PBI en la educación, la verdad hoy por hoy estamos acercándonos al 4% del PBI en la educación, claramente es una inversión muy baja, como decía esto después se transforma en $1100 por estudiante por año, es demasiado baja, hay que invertir más, pero cómo hacer esa inversión, no es sencillo, es un sistema educativo necesariamente transforma los recursos en resultados de la mejor manera, entonces, hay que trabajar en la eficiencia del sistema, trabajando en la eficiencia de los servidores públicos que están en el ministerio, en las direcciones regionales, pero también de los docentes, a esos 500,000 que me refiero, así como que hay que remunerarles mejor, hay que exigirles que tengan desempeños a la altura del reto. 

¿Y cómo hacer para recuperar confianza? 

Ese es hoy el gran pendiente, existe esta encuesta mundial llamada la encuesta mundial de los valores que indaga en 50 y tantos países que es lo que está pasando en la sociedad y dentro de ellos Perú, lamentablemente resulta ser el país último de la fila, el último de la fila en términos de confianza y dos tipos de confianzas, la confianza inter institucional y la confianza entre las personas, o sea los peruanos no confiamos en las instituciones, la burocracia de qué no sirve, nuestros gobernantes, no confiamos en eso, pero tampoco confiamos en las personas con las que tenemos que hacer negocios, avanzar, generar sociedad cohesionada, no tenemos eso. 

¿Qué es lo que nos ha sucedido, tiene un diagnóstico? 

No es sencillo, no hay causa única, las causas son múltiples y tampoco es algo que sucede de la noche a la mañana, porque cuando hay una pérdida de la confianza estamos hablando de una pérdida de valores culturales y la cultura demora en cambiar, toma tiempo en cambiar, a veces toma años, a veces toma décadas, este resultado se ha hecho después de muchas décadas de deterioro, falta de confianza, de repente falta de solidez en las instituciones, permitir informalidades, ilegalidades de una u otra forma, porque todos permitimos ilegalidades, todos vemos que la moto taxi se pasa a la luz roja y no dice nada, muchos operan sin licencia y nos quedamos callados, hemos desarrollado esa cultura de tolerancia hacia la informalidad o hacia la ilegalidad. Está tan diseminada, enraizada qué cita donde el 72% del mercado de trabajo tiene empleos informales ya atacar eso resulta muy difícil, lo que se necesita es un cambio cultural enorme, gigantesco.

San Martín es una región pluricultural, el 70% de la población que tenemos hoy en día según estimación del INEI proviene básicamente del ande, son los expulsados de la pobreza que de una forma desordenada ha generado movimiento social y productivo en la región? 

Eso es muy interesante porque se está viendo esta ola migratoria tan grande, también habla bien de la economía local, significa que acá hay oportunidad, porque las personas no van a migrar hacia lugares donde no hay oportunidades, entonces, resulta ser una cosa medio rara, porque, claro, la región termina siendo víctima de su propio éxito, hay un éxito en generación de oportunidades, vine flujo migratorio que ella desborda, entonces desbordan los servicios públicos, la capacidad del mercado para absorberlo, la formalidad de las cosas, nuestro medio ambiente. Es por eso que también se habla de los patrones de desarrollo de las sociedades en general que no son lineales, tienen forma de S, quizás estemos en una condición así para poder salir de este hoyo y llegar a nuevos niveles de excelencia, crecimiento y desarrollo, fortalecer las instituciones del trabajo, fortalecer las instituciones democráticas y fortalecer las instituciones que nos permitan una convivencia, que nos permitan tener unas sociedades mejor cohesionadas, donde todos nos podamos mirar uno al otro como iguales, hoy no nos miramos como iguales y entonces toca construir.

El tema es construir, y en gran reto está en la universidad, porque ese ese joven que llega a la universidad llega con patrones y niveles bajos y muchas veces el nivel de nuestras universidades deja mucho que desear, negociados entre profesores y alumnos, ¿entonces la tarea es ardua? 

La tarea es ardua, pero no por eso deberíamos perder la esperanza, perder el ánimo, perder la fe, perder el ímpetu, lo que toca es poner todo eso, fe, esperanza, confianza, ímpetu, porque ya hemos tenido éxitos macroeconómicos, lo que nos toca es convertir esos éxitos macro en éxitos micro, somos capaces, podemos hacerlo, hay que hacerlo, no lo vamos a hacer inmediatamente, no va a suceder de la noche a la mañana, pero toca a todos poner el hombro. 

Hay que trabajar en equipo, nadie va a poder surgir o sobresalir solo, y para que los equipos funcionen es importante la construcción de estas sociedades cohesionadas, sociedades donde todos nos podamos ver como iguales y podamos cooperar, por eso es que me duele tanto, me lastima tanto esta estadística que indica que Perú es una de las sociedades con menor confianza interpersonal, hay que trabajar por ahí, hay que tener eso como uno de los puntos de partida.   

 

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