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miércoles, abril 24, 2024

¡CUIDADO! ¡EL BARCO SE ESTÁ HUNDIENDO!

Yo no sé qué está pasando en estos momentos por la cabeza del jefe de Estado; en el pasado, cómo iba pensando y qué pensará en el futuro. Conciliar el sueño, a veces no es fácil, si de por medio tuviste en el día un mal momento o malos momentos o si tus expectativas no son muchas veces como lo estás pensando; entonces te das cuenta o deberíamos convencernos, que, una cosa es querer y otra tan utópica y lejana…es, poder.  

Aun cuando era dirigente del gremio magisterial, Pedro Castillo, nunca se reunió día y noche con muchísima gente variopinta de mucha tendencia, temperamentos y ambiciones; empezó a estrechar con este tipo de gente desde el momento que recibió el fajo presidencial.  

Si cuando era candidato decía, que ahora su vida lo tiene agendada minuto tras minuto, segundo tras segundo, en alusión cuando era dirigente sindical, se daba el tiempo según él, de tomarse su cafecito después de las reuniones y asambleas de los maestros.  

Como jefe de Estado, esa agenda, como sabemos se multiplicó a ciento por uno, ya no pensando en el barco llamado Perú que varias veces los gobernantes anteriores lo hundieron, y durante toda su República este barco está en permanente zozobra; desde entonces su permanente agenda del presidente Castillo es, quién o quiénes deben estar en la tripulación.  

Esta tripulación ministerial está en permanente tensión y cambio. Personas que fueron idóneas en el cargo, como Avelino Guillén, fueron retiradas por los condicionamientos de Cerrón; personas que no eran competentes en el cargo, la presión del Congreso los retiraba, a pesar de que ellos (los congresistas), actúan y juzgan siempre sin mirar la gran vigaza que tienen en sus propios ojos.  

El calvario político iba creciendo y empezó a crecer mucho más cuando decidió hablar, cuando empezó a declarar inicialmente a tres medios de comunicación: a HILDEBRANDT en sus 13; a EXITOSA y a CNN. En ambos medios declaraba versiones diferentes.  

Pero también empezó el calvario político desde el primer momento que dijo que no va a gobernar desde Palacio presidencial. La medida le pareció no solamente atinada a mucha gente, sino también fue motivo de los pocos y únicos casos que le permitió recibir flores de muchas loas de humildad y patriotismo, rompiendo con ello una larga secuela corrupta y tradicional de ex presidentes que vivían a cuerpo de reyes cinco años en la casa de Pizarro.  

Para la prensa y para muchos políticos, lógicamente esta medida fue el inicio de un calvario de muchos desaciertos. Esta medida, (ahora ya se pone en duda si fue con buena o con malas intenciones), lo cierto es que esta decisión procreó la calle Sarratea, procreó a los pachecos, procreó a lobistas, procreó paraísos económicos en los sobrinos.  

Ya desde Palacio de gobierno se hizo más patético el uso del sombrero, incluso viajó al extranjero (en representación del país), con sombreo. Se supone que un jefe de Estado encarna el temperamento y características costumbristas de los ciudadanos de un país. La gente y los políticos en el extranjero empezaron a maniobrar mentalmente pensando que todos los peruanos usamos el sombrero serrano.  

El sombrero serrano es ciertamente nuestro, corresponde a una de las tres partes geográficas del país. Somos tan serranos, selváticos y costeños, pero finalmente peruanos. Al peruano nos falta identificar ciertamente con lo nuestro, pero esa identificación no tiene que ser única o figurativamente por la vía de la apariencia, sino sobre todo a través de las actitudes que no la tenemos o la tenemos escasa.  

Castillo le quiso hacer creer al mundo que todos usamos el sombrero, no quizá con las malas intenciones de figuración, sino con una equivocación de mala pose de identificación a través de la apariencia.  

AHORA ESTÁN CONVENCIDOS QUE SE VAYAN TODOS  

Ahora, los congresistas que nunca concilian más que en proyectos de ley que lleven agua a sus propios molinos, están pensando en irse todos: todo el gabinete y Congreso. Vienen llegando a esta conclusión porque nunca tuvieron votos para vacar al presidente.  

Esta decisión que se vayan todos tampoco es la salida a la crisis política, mientras no se modifique parcialmente esta corrupta y nefasta Constitución fujimorista que tenemos; de nada valdría que se convoquen a nuevas elecciones con esta disposición constitucional que permitió y sigue permitiendo que el país sea conducido por procesados, mafiosos y corruptos.  

La primera modificatoria debería ser que se prohíba a toda persona participar como candidato cuando de por medio tienen procesos judiciales; que se anule el millonario sueldo de ministros y congresistas; que se anulen pensiones vitalicias del jefe de Estado y congresistas; que se anulen infinidad de asesores que tienen; que se prohíba al Congreso la tremenda facultad interesada de seleccionar a jueces para tribunos del Tribunal Constitucional, que está putrefactamente politizada, como recientemente lo demostraron con la pretendida libertad del reo Fujimori, que de no ser por la decisión acertada de la Corte jurídica de San José, este señor que le causó mucho daño al país estaría ya libre.  

Finalmente, que se prohíba la misma facultad que tienen los congresistas de elegir al defensor del pueblo, que no hace honor a la defensa del pueblo más que a la defensa de los mafiosos intereses de la corrupción; luego en una asamblea constituyente debería redactarse una legítima Constitución que sea característica y representación de todos los ciudadanos, en especial de los que menos tienen.  

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