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jueves, abril 25, 2024

En la cosmovisión de los kechwas Lamistas, se habla de criar al monte, por eso dicen: “Se dice que el Lameño quiere tanto a su tierra que se la come”

El hombre, la chacra, la naturaleza como símbolo de vida 

Lic. Cindy Flores Pinedo 

En esa interesante interacción que existe entre el hombre y la naturaleza, podemos encontrar cosas particulares, cosas increíbles, que atraen nuestra atención y nos cobijan con la magia del bosque, es asi que en la cosmovisión de los kechwas Lamistas, se habla de criar al monte; en muchas ocasiones se escucha hablar a la gente del campo: “estoy criando a esta planta”, como si fuera parte de él, como si fuera un padre cuidando de un nuevo ser, es decir generando una relacion magnifica de cariño y empatía, desde ese momento se genera un compromiso de cuidado y protección del bosque, de la naturaleza. 

Asi como el hombre cuida de la naturaleza, también existe un sentimiento de reciprocidad, pues es de allí de donde brotan sus cultivos, hortalizas, hongos, tubérculos, plátanos, yuca, su sachapapa, su michucsi, sus ajíes, sus frejoles, y muchos otros más, productos de pan llevar, productos que forman parte de su dieta diaria, productos de consumo alimenticio y nutricional. 

El metalillo 

Una particularidad cuando hablamos de relacion hombre-tierra, es el consumo de un mineral llamado METALILLO, que es una arcilla de color grisáceo, con sabor, acido, que al parecer tiene propiedades de hierro; cuenta la historia que este famoso metalillo, lo consumían las mujeres embarazadas, pues formaba parte de los antojos propios de estar en este estado de gravidad, de ahí nacen comentarios populares como: “Que el poblador Lameño quiere tanto a su tierra que se la come”  

La chacra representa para el poblador Lameño, la recarga de energía, representa el mercado natural, representa la fuente más valiosa de insumos utilizados en la cocina, la chacra es una recreación y renovación del bosque, donde las semillas se transforman en árboles, en plantas, en frutos.   

Los kechwas lamistas, se dedican desde tiempos de antaño al cultivo de diversos productos, la chacra es fuente de la alimentación diaria y también fuente productora de ingresos. 

Todos los productos que vienen del campo, de las chacras de nuestros agricultores forman parte de nuestro dia a dia, forman parte de nuestras costumbres y tradiciones veamos:  

En semana Santa en Lamas, se consume la chonta o el palmito, porque de acuerdo a las creencias religiosas no se puede consumir carne, es asi que con estos productos se preparan exquisitos alimentos como el juane de Chonta y la ensalada de chonta, y si nos preguntamos ¿de donde se adquieren estos productos?, nuestra respuesta siempre será de la chacra, del monte, de nuestra madre naturaleza. 

En Corpus Cristi en Lamas el plato más representativo y tradicional es el Picadillo de Chancho. 

En la Patrona Al Triunfo de la Santa Cruz de los Motilones se consume, platos típicos como el relleno (hecho de arroz y sangrecita) los chicharrones de chancho acompañado de la chicha de maíz con higo, entre otros, las bebidas que se sirven como el uvachado, (macerado hecho con uvas, aguardiente, miel), asi también se sirve indanochado, (macerado hecho con el fruto del indano) planta silvestre que abunda en nuestra tierra. 

En la Patrona del Wayku, Santa Rosa Raymi uno de los principales platos típicos es el Ñati Apique es una como una mazamorra o puré de maíz con hígado de cerdo. 

Otro plato que se consume y llama nuestra atención es: La kallampa, que es un hongo que crece en los árboles y que generalmente lo recolectan luego de dias de lluvia. 

Que interesante todo esto ¿Verdad? Ahora podemos afirmar, que siempre habrá la dependencia hombre – naturaleza, naturaleza – hombre 

En la chacra, de acuerdo a los conocimientos empíricos y muchas veces gracias a la transmisión de los saberes ancestrales que se dan de generación en generación, los  pobladores kechwas siembran ciertos productos, dependiendo de la tierra, de la luna, del tiempo, de la estación o los meses en los que nos encontramos, ellos ya saben y conocen su tiempo de siembra, su tiempo de poda, su tiempo de producción y los cuidados que deben desarrollar; con esos grandes conocimientos es que dia a dia crían sus plantas, y al cosecharlas alimentan a su familia y a muchas otras, pues muchos de estos productos son comercializados en los mercados, y son transformados en los hogares y en los restaurantes, en deliciosos platos, con aroma y con esencia natural del campo. 

De acuerdo a la tradición, a las costumbres y creencias, para poder hacer chacra no solo bastan los conocimientos ancestrales sino también se debe pedir permiso al monte y a las deidades.  

La sabiduría del hombre con respecto al monte radica principalmente en creer, en ver, en hacer, en transformar, en cuidar y en querer al bosque, a la chacra y convertirlo en parte nuestra, solo asi entenderemos que la naturaleza es vida y nuestra vida se relaciona con ella. 

Los kechwas lamistas, han labrado la tierra por muchos años, han trabajado en germinar productos magníficos, sembraron semillas minúsculas que se transformaron en grandes árboles, y si hablamos de grandes árboles, se viene a la mente el Pan del Árbol, un árbol grandioso cuyos frutos se parecen en el sabor a un pan muy agradable. 

Otra fruta interesante es la poma rosa, que tiene el color rojo intenso o rojo vino, y en la parte de adentro de color blanca como un algodón, de sabor dulce con un toque de ácido, cuya peculiar forma es como la de un corazón, un corazón que invita a ser probada con amor y saboreada con ternura lameña. 

Al analizar todas estas cualidades y caracteristicas de lo que en el campo se produce como frutas o verduras, podemos decir que sin la riqueza que genera el campo, el hombre no podría generar vida; por todo ello afirmamos que los ricos suelos de la Lamas, producen grandes maravillas, que con creatividad en las cocinas se transforman en exquisitos potajes, con pasión de los cocineros se crean deliciosos majares. 

Bendita tierra, bendito suelo, bendito campo, bendito huerto… tus cultivos nos cautivan con sabores, aromas y colores.  

Es así que podemos concluir afirmando que el hombre no vive sin el monte, y que la naturaleza es símbolo de luz y eternamente símbolo de VIDA.

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