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viernes, abril 26, 2024

Despedimos 2021 Un año que finaliza sin llevarse la pandemia…

Sin encender las luces del final del túnel, el VIRUS ronda nuestras vidas. 

Ponemos punto y final a un año repleto de cambios, de novedades, de adaptaciones en abundancia, pero sobre todo de aprendizajes. Los expertos en comportamiento social le ponen la mirada en todo lo que hemos ido asimilando como sociedad. 

El 2020 quedará para la historia, la llegada de la Covid-19 supuso un antes y un después para la humanidad, afectando a todos en nuestras vidas.  

Es que el mundo se detuvo, en el sentido más literal de la palabra, todo lo que creíamos inalterable, desde la forma de comunicarnos o relacionarnos hasta los hábitos de consumo, se vino abajo y aún padecemos poner en práctica los protocolos de seguridad, algunas veces fallamos. 

Pero, ¿qué hay de 2021?  

Ha sido el año de reponerse de los golpes que nos dejó el 2020 desde el inicio de la pandemia, pero también de aprender que los cambios no siempre ocurren a la velocidad que deseamos. 

Ingresar en esta “mal llamada nueva normalidad”, con luces y hábitos del pasado, por múltiples cambios ante la compleja situación sanitaria que nos golpea y amenaza la humanidad, el temor está ahí y ahora ante la aparición de la nueva variante, marca nuestro día a día. 

El miedo a volver a pasar por lo mismo, de cometer errores está presente. Es cierto que, como seres humanos tenemos una inmensa capacidad de adaptación sea con resignación o aceptación, con sufrimiento o bienestar, pero al fin y al cabo debemos seguir dando la pelea. 

El 2021, un año repleto de cambios  

Cada persona, cada familia, o población, han podido tener diferentes aprendizajes, son muchos los factores, pasar el confinamiento solo o en compañía familiar, cambiar de trabajo, de ciudad, decisiones de carácter económico, muchas familias han sido empujadas a la informalidad y al sálvese quien pueda. 

Lo cierto es que la pandemia y la crisis que esta trajo consigo, nos ha desnudado con personas, como sociedad, como estado, pero también nos ha mostrado que ante las cosas que no dependen de nosotros, que escapan de nuestro control, debemos ser pacientes y utilizar todos los recursos a nuestro alcance para adaptarnos a la nueva situación y seguir dando la pelea, enfrentando la realidad. 

«La nueva normalidad” nos ha enseñado a cambiar el foco, a centrarnos en nuestros pensamientos, a tomar acción realista.

Sin embargo, este tipo de aprendizajes no aseguran un cambio de actitud y aptitud en las personas, hemos aprendido un mundo de cosas, como la protección y el VALOR DE LA SALUD, pero eso es no es una garantía total, el desborde y el desafío al mal ronda la conducta del colectivo. 

Desde que comenzó la pandemia, hemos ido aprendiendo a ajustar nuestras necesidades, actividades y deseos a una circunstancia adversa que ha ido evolucionando con el tiempo. La nueva normalidad nos ha enseñado a cambiar nuestras metas, orientar y priorizar nuestros objetivos, a centrarnos en nuestros pensamientos que merece la pena poner atención para cuidar la salud y la vida de nuestra familia, de nuestra tribu. 

Aprender a resolver mejor los conflictos  

A ser más creativos, el aburrimiento es la semilla de la creatividad, y no solo para los niños. A ser empáticos y solidarios con los demás. 

Despedimos 2021, un año que finaliza sin llevarse la pandemia que nos conmocionó, sin encender las luces del final del túnel.  Pero al caminar hemos dado pasos y logros significativos que nos recuerdan la importancia de seguir trabajando en VALORES, EN SOLIDARIDAD e invirtiendo en la construcción de un futuro mejor. 

Si bien es cierto que aún nos queda mucho camino por recorrer y que no estamos en posición de cumplir los objetivos comunes como sociedad; en la región vemos necesario reconocer los esfuerzos de nuestra gente del campo y de la ciudad, de las autoridades y actores implicados para ubicarnos en el camino correcto del BIEN COMUN como un mensaje de optimismo, del valor del esfuerzo y de la necesidad de continuar trabajando en este sentido. NUNCA ES TARDE, NUNCA IMPOSIBLE. 

Como lo señalamos en Navidad, al iniciar el 2022 volvemos a sostener que el mejor regalo es protegernos y proteger a los demás. 

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