Una amiga me dijo: “un día que avanzas es un día menos”
No me gusta en absoluto mirar los resúmenes de noticias de fin de año en la televisión, ni mucho menos escuchar a través de la radio. Pareciera que estos programas televisivos y radiales, tanto locales y nacionales, ya nada bueno tienen para que informen. Todo es violencia, todo es delincuencia. Ya lo pasado, pasado está, debería ser la lógica de estos programas.
El lunes 27 de diciembre se cumplieron 200 años que nos zafamos de la guillotina esclavizadora de España. El general San Martín ponía a decisión de un grupo de personas de Lima, para que se manifiesten qué tipo de gobierno quieren para el Perú. Optaron por lo republicano. Para qué, fue letra muerta y decisión que hasta hoy arrastramos un país fiestero en política electoral, con participación de los ciudadanos resumido en lo siguiente: un ciudadano, un voto.
Si nos zafamos de una monárquica guillotina externa y española, facilito nomás nos hemos entregado a una monárquica guillotina interna peruana de esos que empezaron a tomar el poder ni bien se inauguraba el nuevo sistema político constituyente y republicano. Estos sátrapas de la política peruana empezaron hacerse de las leyes a su medida hasta el día de hoy. Quieren seguir tomando el poder de mala manera lo que perdieron en las ánforas. Han pasado todo tipo de injusticias y enriquecimiento ilícito a lo largo de estos 200 años.
Si los primeros gobernantes se hubieran comportado como verdaderos y justos representantes del pueblo, las elecciones periódicas y las votaciones en las urnas, lo esperaría con ansias millones de peruanos. La realidad es todo lo contrario, ¿quiénes esperan con ansia y desesperación? Los que hicieron y hacen de la política el mejor negocio de su vida. No importa que haya sido un estudiante pésimo en la secundaria o un fracasado universitario o simplemente que alguien exhiba la astucia como referente, aún sin la primaria completa.
HAY VACÍOS DE ALMA EN LAS AUTORIDADES: NO ESTÁN PREPARADAS PARA GOBERNAR
De estas características ciudadanas el Perú es gobernado desde que se inicia sus 200 años de permanentes guillotinas sometidas. Estos son a lo largo de estos 200 años que vienen disfrutando del poder con el menú variado a la hora de hacer lo que hacen: militarismo un cierto tiempo, dictadura otro tiempo y supuesta democracia otro tiempo. Al final: ciudadanos igual o cada día peor; gobernantes viviendo cada día con lujos de toda clase en medio de una sociedad pobre y con grandes miserias.
Se han preguntado ¿Por qué no hay leyes firmes en el Perú? En el Perú el ciudadano hace lo que le da la gana: no hay leyes ejemplares de castigo. Si desde un inicio, la guillotina monárquica española nos tomó como asalto al Perú, hoy las propias autoridades elegidas y los propios ciudadanos desalmados tomaron como asalto a las ciudades.
No hay leyes firmes en el Perú, simplemente porque no hay la persona idónea que lo haga cumplir. Jueces, fiscales, militares, policías, políticos de toda laya, están en los cargos donde no deberían estar.
No solo es el mérito académico, es la pulcritud del alma y del corazón que toda autoridad debe exhibir, y como esto se ha demostrado y lo siguen demostrando que es ausente, estamos en camino a este ciclo vicioso de nunca acabar: periodos electorales con desesperación y pasión que los políticos esperan y la pobre realidad del ciudadano nunca termina.
Al parecer la ultraderecha y el fujimorismo piensan que hicieron una gran proeza y que llegaron al final del 2021 cortando la cabeza del ministro de educación, aún no se repone al nuevo titular. A estos enemigos del país no les importa la educación y van a continuar con su rabieta sin lógica, hasta tratar de cortar la cabeza del presidente. El gran perjudicado sería: todo el país.
Lo que termina son los momentos de vida que cada ciudadano vive de acuerdo a su propia realidad, buena o mala, satisfactoria o no.