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sábado, abril 27, 2024

MIRAN LA TRAICIÓN DESDE UN SOLO ÁNGULO NEGATIVO

Ha sido una gran oportunidad para que deslinden su posición política extremista, decía una parlamentaria fujimorista a los congresistas de Perú Libre, que no dieron su voto sobre el espinoso caso de una norma sobre terroristas sentenciados a cadena perpetua que lleguen a morir en la cárcel y que inmediatamente deben ser incinerados y botados sus cenizas al mar. 70 congresistas dieron su voto por esta norma, votaron en contra 32 y 14 abstenciones.  

La norma hace mención como si fuere una especie de sinónimo: terrorismo o traición a la patria. Ciertamente el terrorismo va más allá de traición a la patria, pues siendo una organización criminal, tiene todas las características salvajes del genocidio porque se amparan en la “gran” potestad de quitar la vida ajena.  

Traicionero no solo fue Abimael Guzmán; traicioneros no son solamente sus huestes que están en cadena perpetua y tienen el destino (según la norma que fue aprobada) a convertirse inmediatamente a cenizas cuando mueren; traicionero también es aquél que es sentenciado por corrupción y que los 32 que votaron en contra, pidieron que la norma se extendiera al terreno de la corrupción.  

Como es lógico la mayoría que dieron su voto a esta norma son del fujimorismo y la derecha. Sabido está una gran parte de ex funcionarios están comprometidos con la corrupción; hay muchos ex funcionarios sentenciados por corrupción y muchos están en proceso a ser sentenciados, entonces es lógico que los políticos de la derecha cuiden a su propia gente de la derecha.  

Lo que no es lógico, y desde ya no es nada coherente hablar de traición a la patria desde un solo ángulo negativo(terrorismo), y se deja varios ángulos y cabos sueltos de gente comprometida con la corrupción, de gente que se lucró indebida o ilícitamente de los cargos políticos para hacer grandes negocios personales y de organización.  

Es decir, duros y drásticos por un solo lado de traición a la patria, pero tan blandos y cómplices de la misma traición al ser flexibles con la corrupción, que de verdad, siguiendo la misma línea de aseveración de la congresista fujimorista que dijo, que los de Perú Libre se perdieron la gran oportunidad de demostrar para deslindar de la política de extrema izquierda; de la misma manera se puede decir, que el fujimorismo y la extrema derecha, perdieron la gran oportunidad para que demuestren qué de coherentes e íntegros son con la justicia.  

Absolutamente nada de coherentes y nada de íntegros son, porque siempre condujeron los destinos políticos, sociales y económicos del país desde los propios ángulos personales y de organización de lucro solamente para el grupo, y el resto del país que se joda, lo utilizan solamente para las elecciones electorales.  

CORRUPTOS HASTA PARA EXPORTAR  

Llama mucho la atención que la gente de la ultraderecha aún hasta la actualidad sigue rumiando su derrota electoral y les quedó pegado como garrapata en la mente la tonta idea del fraude que nunca lo supieron demostrar ni mucho menos comprobar.  

Hace ratos demostraron que no son políticos de verdad, porque el buen político, cuando pierde, sabe perder, y cuando gana, no se marea de su victoria. Esto es lo que no tienen: humildad en la derrota y humildad en la victoria.  

En el país tenemos un gran problema en nuestras instituciones que manejan presupuestos pequeños y abultados. El funcionario responsable sobre todo del área económico, fácilmente es tentado por los grandes millones que ve en el sector, y muchos son conquistados por la manera fácil de enriquecerse ilícitamente. Esta realidad cancerígena de nuestra sociedad e instituciones gubernamentales, le permitió llegar a una conclusión al presidente Pedro Castillo y decirlo abiertamente desde las tribunas de la OEA que en el Perú hay mucha corrupción y “que tenemos corruptos hasta para exportar”.  

Hizo hincapié al mismo tiempo desde este escenario de varios personajes políticos, que no es ningún comunista. Con esto no podría seguir habiendo gente que siguen pensando que supuestamente por tener un “presidente comunista”, el Perú corre el riesgo de perder la democracia. Aquél que sigue sosteniendo esta idea errónea, es porque quiere solamente beneficios personales y de grupo y no quiere el desarrollo justo del país para todos y no de unos cuantos, como siempre ha sido la práctica en el Perú, tan indignamente.  

La democracia no se estropea por las doctrinas políticas; la sociedad peruana siempre fue estropeada por las dictaduras de Odría, Leguía, los hermanos Gutierrez, Morales Bermúdez y el fujimorismo y por una clase social de derecha acomodada.  

Para el bien de todos, que esto, no vuelva a repetirse.  

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