Un huayno muy popular nos recuerda que “el Perú nació serrano / de las entrañas del lago azul del Titicaca puneño / bajo el Sol de los incas con el canto de los ríos”, y en la actualidad podemos afirmar que nuestro país de rico pasado histórico es una Nación multicultural, plurilingüe y con una riqueza natural que brinda grandes oportunidades de desarrollo.
Los últimos estudios geográficos confirman que el Perú posee cuatro macrorregiones naturales: Costa, Sierra, Selva y el Mar peruano. Las tres primeras acogen a la diversidad de culturas, formas de pensar, organizarse, bailar, cantar, sufrir y trabajar con características propias muy distintas, pero que a la vez todas estas diferencias nos hacen un país rico y maravilloso.
Los andes son muy importantes para nuestra paria. En la serranía se edificó la capital del Impero incaico, se gestaron las primeras luchas para lograr la independencia de la Colonia española, se inició una vasta producción y legado artístico con pinturas, cerámica, escultura, arquitectura, orfebrería y literatura, y es, en la actualidad, una fuente de seguridad alimentaria y de ecosistemas con bosques y páramos importantes para la región y el mundo.
El territorio andino sufre en su geografía del mal manejo y planeación de la tierra, del cambio climático, de la extracción inadecuada de su riqueza mineral; y sus pobladores padecen de un centralismo agobiante, de la inequidad en la distribución de la riqueza y, según se vio estas últimas semanas, de una profunda discriminación de un sector de la ciudadanía.
Con el fin de rescatar la importancia de la cultura andina, especialmente en lo referido a la historia, memoria, arte y literatura escritas en castellano, quechua, aimara y en otras lenguas originarias peruanas, la Asociación de Escritores de Ayacucho organizó el IV Congreso de Literaturas Andinas.
Un elemento rescatable del certamen académico, que reunió investigadores y artistas nacionales y extranjeros, fue que se rindió homenaje al profesor universitario y escritor cusqueño Juan Alberto Osorio, un reconocimiento que se le otorga en vida, por su trayectoria como docente e investigador de la literatura peruana.
Osorio explicó en su ponencia que la literatura andina “admite elementos de la cultura andina, reflexiones y sentimientos andinos”, que es mestiza porque tiene elementos culturales occidentales y propiamente andinos. Pero que ahora, es más propio hablar de literaturas peruanas, donde cada una, la de cada rincón del país, a su modo, representa las diversas formas de ser y ver el Perú.
La reconocida historiadora María Rostworowski afirmó que “Vargas Llosa no entendió el mundo andino, su profundidad, su sentimiento, su corazón. No entró en el alma andina y por ello no logró ser presidente”, de igual manera su falta de sensibilidad hacia esta cultura le impide, hasta ahora, reconocer a todos los peruanos por igual.
En cambio, César Vallejo, uno de los mayores poetas peruanos y universales se adentró en el alma del ser humano. Víctor Vich destacó las dimensiones de la poesía vallejiana como la esperanza, la solidaridad humana, la justicia social, la verdad, la crítica a la explotación y recalcó que no es el poeta del dolor o del sufrimiento como, a veces, se le conoce de manera superficial.
El poeta recita en sus versos que “desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato”, sin embargo, remata el poema con el conocido verso “hay, hermanos, muchísimo que hacer”. Para crecer como país debemos reconocer que tenemos todas las sangres, que nuestra identidad peruana es mestiza y se nutre por igual de las culturas de costa, sierra y selva.