El desorden de siempre, agudizado por la crisis sanitaria nos está llevando a un escenario de promesas y ofertas populistas de todos los colores. Las soluciones inmediatas, de media hora terminan rápido y ponen en peligro la posibilidad de construir un mejor país. Lo peor de todo es que la mayoría no sintoniza el problema y está preocupado en resolver la economía del día, desde comer hasta buscar plata para comprar oxígeno. La protesta crítica se apodera de nosotros y solo queremos que alguien apriete el botón para que todo explote.
El populismo es el peor camino que podría elegir el Perú y ese parece que será el próximo capítulo, en medio de esta crisis sanitaria, económica, moral y espiritual. El cansancio social, contribuye al poco esfuerzo de pensar en una idea que trace un camino de varios años para solucionar la falta de puestos de trabajo, Hospitales, Seguridad y Educación. La precariedad no acaba con un buen deseo, se supera activando un plan de trabajo que genere riqueza y no reparta la que ya existe.
En estas elecciones escuchamos propuestas como: Vivienda popular, el pasaje (en Lima) único para trasladarse todo el día de norte a sur, Cerrar la minería, instalar el servicio de agua en todas partes, bajar los precios del pollo, combustibles, y medicinas, controlar la economía con fotos y no la realidad de los espacios productivos, etc etc… Es la mañosería del clásico político o vendedor de cebo de culebra, que se aprovecha de la desesperanza e indiferencia de muchos.
Que cada candidato elabore técnicamente lo que dirá para convencer a la gente es un tema de ellos, que tienen que revisar su narrativa, en la que combinan la verdad con la mentira es su problema. Nuestro problema es elegir de esa oferta con que nos quedamos. En ese espacio tenemos que definir a dónde queremos ir, con quién o quién lo puede hacer y revisar y conocer la oferta de estos de estos tipos
La distorsión de la realidad se impone en esta elección. Los aspirantes a la presidencia varían sus mensajes y van dejando las ideas para exponer que son prácticos y hablan de sus relativos éxitos en el congreso, en la empresa, la ONG, la Municipalidad o donde sea que estuvieron.
La pelea es pasar a la segunda vuelta. Ahorita, encabezar la encuesta que sea o comprar la suya. El tercero, cuarto y quinto, copian lo que ofrece el primero. Saben que un 45% de electores no han decidido por quién votar y escuchan que quieren un personaje con mano fuerte y de acciones rápidas. Los laterales, la llamada Izquierda y Derecha se pronunciarán y ese es un mal escenario.
Cuidado con el populismo económico que quiere romper todas las alcancías, el ahorro, la inversión y cerrar las fuentes de producción y exportación. Cuidado con los populismos políticos que acusan de todo a los antis (El “fujiaprismo, Comunistacaviar, CorruptoTraidor” ) como responsables de todos los males y ofrecen programas de empleo (cómo, con que plata) paquetes de medidas, nacionalizar, expropiar, cambiar la ley, destituir al congresista que falla, expulsar a extranjeros, y más.