Siempre ha sido motivo de reflexión y estado de asombro recordar las muchas veces en mi vida que escuché a mi amada madre Profesora Adela Alvan de Marquina expresar: “Si no fuera por el Pensamiento de mis Maestres no sé que habría sido de mi” o “Gracias a mis Maestres yo sigo viva”, refiriéndose a quienes iluminaron su vida desde su juventud a los 18 años en que conoció en Trujillo (1968 aproximadamente) al Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares y a través de El, entrar en contacto con el Pensamiento iluminador del Sublime Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, Instructor Mundial y Avatar de esta era precesional.
En efecto, en sus ya 71 años, mi madre ha pasado innumerables situaciones límite y vicisitudes propias de las pruebas que nos pone la vida y de las que ha sabido salir airosa gracias al soporte moral y sabiduría que estos Grandes Iniciados ofrecen sin limitaciones y con infinito amor e infinita sabiduría.
Así, puedo decir que son millones los seres que agradecen a estos Enviados, cumpliendose aquello que se expresa en la introducción a uno de los Propósitos Psicológicos del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière:
“En los tiempos perturbados por los que atraviesa la Humanidad ¿no es ciertamente un verdadero consuelo el saber que Seres Superiores vienen hacia nosotros para guiarnos hacia una mayor comprensión?”
Y también el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares:
“Un grado o noción de saber, ha originado que, desde los tiempos más remotos, en todas las latitudes y en las circunstancias más disímiles, todos los pueblos de la tierra, en algún momento u otro, han fijado la vista en alguien a quien reconocieron como guía por un mayor saber y por el cual estuvieron dispuestos a aceptar toda clase de sacrificios, soportar toda suerte de calamidades, e incluso, realizar los mayores actos de heroísmo. Y todo porque esa persona, ese alguien, fue capaz de encender en el ánimo de sus seguidores el deseo voluntario de trabajar por un objetivo, defender un ideal, entregarse por entero a una causa, a una creencia o a una mayor consciencia del Sendero de la Sabiduría…”
Precisamente este último sabio, Apóstol del Saber de esta Era, es uno de esos seres que “fue capaz de encender en el ánimo de sus seguidores el deseo voluntario de entregarse por entero a una causa” y por ello es muy grato para todos nosotros vivir, anunciar y celebrar este 2021, el año del Centenario del Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares, uniéndonos a sus Discípulos más avanzados, nuestros Queridos Maestros Venerables Sat Arhats Contadora María Nilda Cerf Arbulú y Matemático José Miguel Esborronda Andrade (www.magnanet.org) quienes dirigen mundialmente las celebraciones y actos conmemorativos de este Centenario a través de todas las Fundaciones y Organismos científicos, culturales y educativos, creados por su Maestre en bien de la humanidad.
Como bien ellos testimonian acerca de su Maestre:
“Su vida ejemplar, su enseñanza cotidiana y trascendente, han sido motivos de inspiración para miles de seres para mejor servir a la humanidad. Destacan su abnegación, su profunda y vasta obra intelectual, su reconocida sensibilidad y don de gentes, como Discípulo, Maestro y Amigo leal, fiel e imperturbable, viajero por los caminos del mundo.”
“Dada la simpatía y admiración sin par que siempre mereció, es digno, justo y razonable perennizar su nombre y su obra, en América y en el mundo. Su espíritu joven, alegre, vigoroso, infatigable, afable, tolerante e inagotable, así como sus consejos sabios siempre lo caracterizaron. Nosotros los que convivimos con él, damos testimonio del SER más completo, junto con su Maestre, que ha existido en estos últimos años.”
“Soy un sudamericano de cuna mexicana nacido en el Japón” … Así se definía –con la genialidad que lo caracterizaba- este Ilustre Ser, asombrando a todos. De hecho, esa personalidad multinacional aún asombra, provocando reflexiones y sabias enseñanzas, invitándonos a la amplitud y expansión de nuestra dimensión existencial, hacia el Hombre Universal…
En efecto, por circunstancias de la vida, sus padres, diplomáticos mexicanos residían en Japón cuando él nació, el 12 de junio de 1921, en la legación de Kobe-Honshu (que muy significativamente se traduce como ¡“Maestro del Libro”!), y años más tarde, sumaría también su nacionalidad venezolana, asimismo con profundo amor al Perú (donde vivió varios años) y los demás países de Sudamérica, continente “elegido por la mirada de la Alta Inteligencia Divina”, para Guiar al mundo.
El 03 de diciembre de 1953, conoció la Obra del Excelentísimo Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, a la que consagró el resto de su vida y de quien llegó a ser el Discípulo Predilecto, Traductor, Prologuista, Coordinador de la Literatura y Apóstol Emblemático del Saber por Siempre. Vivió en Colombia, New York, Perú y Venezuela, realizando constantes giras por América, Europa y Australia. En la culminación de su Misión, estrena su Sinfonía “Oriente y Occidente” en el Gran Teatro Teresa Carreño en Caracas (Venezuela) el 14 de octubre de 1990 y encabeza como líder su victorioso y sabio Éxodo del Saber de Aquarius del 18 de octubre al 12 de noviembre del mismo año, desde diecinueve países con más de seiscientos directivos consagrados. Crea el Cono de Luz de cinco Fundaciones como estructura cumbre para la preservación y proyección FIDEDIGNA de la Obra del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière.