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viernes, abril 26, 2024

Nuevos Confinamientos y Mentalidad Social

Hace unos días nos asombramos con mi esposa cuando vimos “cuadros” muy elocuentes del estado general de la llamada “estupidez colectiva”: el primer asombro vino al pasar por una iglesia y ver una reunión de jóvenes haciendo dinámicas de grupo uno al lado de otro sin cubrebocas, con absoluta despreocupación; luego, unos pasos más allá, un “restaurant” repleto de comensales apretujados en mesas de un metro cuadrado en un local pequeño (como una cochera) y, para variar, completamente ajenos a cualquier cuidado de salud contra la covid 19…Al final comentamos que ya no nos debe extrañar ese comportamiento inmensamente negligente y ahora menos, con las consecuencias esperadas como los tres estados de emergencia (“extrema”, “muy alta” y “alta”) decretados este martes 26 de enero para las regiones del Perú. No está demás decir que, por supuesto, las múltiples muestras de irresponsabilidad social se ven a cada instante en las noticias, plagadas de barbaridades como las fiestas clandestinas repletas de “gente” embutida en antros innombrables. Tampoco está demás aclarar que estas realidades se observan en TODO el mundo y no solo son atribuibles a países latinoamericanos, pues basta ver “ejemplos” de este tipo en Alemania y España entre otros.

Todo esto me sigue recordando ¡ay! las dicientes expresiones del genial músico Daniel Baremboim a principios del año pasado cuando declaró que: “No tengo el optimismo de creer que los pueblos van a mejorar a causa de este virus (…) La gente optimista piensa que vamos a cambiar para el bien, vamos a ocuparnos de los demás, vamos ayudar a los que más lo necesitan. Y yo, francamente, no creo demasiado en eso.”

En ese mismo tenor señala también el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares (www.magnanet.org) en su Prólogo a los Propósitos Psicológicos del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, mencionando aquella lapidaria frase de este último sabio acerca de “la gran masa humana” que se complace en el fango de la estupidez (algo en lo que también concuerda Einstein ¡y otros pensadores!):

“Sin embargo, es propio de los años de transición entre dos Ciclos que sobrevengan tiempos difíciles, máxime que para la entrada de la zona de energía espacial, llamada simbólicamente la Nueva Era (de Saber, de Unidad, de Luz) la Era anterior, Pisciana, según las observaciones astronómicas y las demostraciones matemáticas contemporáneas de la Cosmobiología, ha concluido apenas en 1948, y queda todavía, aunque disminuyendo, su efecto anterior con su fuerte tendencia psicológica a la separatividad (separatividad entre las ciencias, entre las religiones, aferramiento a los juicios preconcebidos, ENQUISTAMIENTO DE HÁBITOS SOCIALES PERJUDICIALES A LA SALUD DEL CUERPO Y DEL ESPÍRITU) Y “LA GRAN MASA HUMANA NO PARECE QUERER PROGRESAR VERDADERAMENTE Y SE COMPLACE EN EL FANGO DE LA ESTUPIDEZ”.

Para salir lo mejor posible de esta precaria situación, el Sendero milenario de la Jñana (Saber-sabiduría, Conciencia de Vida, en quechua: Yachay) nos aporta sublimes Enseñanzas como al mostrarnos a la Ignorancia (“Agnan”= el rechazo a saber e investigar, reconocido como “príncipe de las tinieblas” en el cristianismo) como el demonio que todos debemos vencer con la ayuda de la Jñana y sus Bhumis (Estados de Existencia) como la “Buena Voluntad” (Subbha Iccha), Reflexión (Vicharana), Sutilidad de Espíritu (Tanu Manasa) y la Percepción de la Realidad (Sattwa Apatti) entre otros, y venciendo los obstáculos de la “Inactividad (mental y física), la “Dispersión”, el “Fastidio” y el “Placer de la Práctica”.

Otra de las Grandes Enseñanzas de este Sendero Mayor de la Jñanakanda es aquella transmitida por el Maestre David Juan Ferriz Olivares (encargado de este Sendero en los tiempos modernos) que nos dice que: Hay dos maneras de aprender (1) Por asociación de ideas o (2) Por choque de experiencias, y generalmente la humanidad aprende por la segunda vía.

En ese sentido, se expresa el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière:
“En suma, cuanto más el individuo y sus agrupaciones se aparten de la ley natural en la elección y el perfeccionamiento de sus condiciones de vida y de evolución, tanto más las sanciones dolorosas, individuales y colectivas, crecerán porque el progreso es una fatalidad y todo aquello que no queremos aprender de buen grado, nos es impuesto a la fuerza por el orden bienhechor de las cosas. Es decir, que los remedios parciales o teóricos (desarme universal, vacunaciones múltiples, etc.…) jamás llegarán a refrenar definitivamente el retorno de los flagelos, porque la represión del mal hecha a base de medios artificiales, en un punto dado, no conduciría sino a hacerlo aparecer en otras partes y a transformarse en desgracia mayor, lo que no sucedería si se lo hubiera reprimido en su fuente. La obligación de descubrir, de proclamar y de practicar las leyes naturales que regulan la conducta intelectual y moral de los hombres quedará, en definitiva, como el único remedio general para alejar todas las miserias humanas y, por consiguiente: el único objeto o fin que se debe ofrecer, como solución, a los problemas de cada uno. En una palabra, la buena salud individual y social no puede alcanzarse sino mediante la buena voluntad, cada vez más fuerte, de obedecer las leyes naturales y divinas, es decir: de pensar en obrar en todas las cosas con justicia y con bondad.”

Y concluye el Maestre Dr. Ferriz Olivares:
“La etapa de transición entre dos Eras es un momento crucial para la humanidad que se debe solucionar con urgencia y exactitud.”

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