Son 123 jóvenes entre 12 a 17 han muerto, lo más triste es que 138 niños menores de nueve años murieron por culpa del COVID19.
No es descabellado pensar que el plan “B” en Palacio y el grupo que gobierna era cambiar la agenda nacional, modificar la fecha de las elecciones
Por: Marcial de la Cruz Esparza.
La salud amenazada por el COVID-19 no se priorizó sobre los temas políticos y económicos. La agenda de transición subestimo el tema, al punto de olvidar la compra inmediata de la vacuna y potenciar las acciones contra el virus. Una verdad distinta a la realidad se construyó en Palacio caracterizado por un silencio sospechoso, seguido de mensajes a medias y ministros desconectados, como la señora Bermúdez. Ojalá no se contagien.
No es descabellado pensar que el plan “B” en Palacio y el grupo que gobierna era cambiar la agenda nacional, modificar la fecha de las elecciones (01 de abril por el 27 de mayo) el drama del aumento de casos y muertes y el drama de la desatención no requiere de más argumentos para cerrar todo, hasta las ánforas de votación hasta una nueva fecha.
El rebrote empezó en noviembre y no hubo ideas ni reacción en ninguno de los campos de la administración del estado, nadie revisó la ineficacia del gasto público en el año 2020. Más de 26 mil millones de soles no fueron utilizados en varios ministerios y pudieron ser destinados para reforzar el sistema sanitario. Según COMEX (responsable del informe) con el presupuesto no gastado se pudo haber adquirido 8 mil camas UCI (unidad de cuidados intensivos) y 57 mil camas hospitalarias.
En diciembre se debió reforzar la infraestructura sanitaria y preparar a más personal médico y técnico, sin embargo, no se compró ni mejoró nada en el sistema hospitalario. Se despidió a más de dos mil médicos (mil en Lima) y a cinco mil enfermeras. No se ha resuelto la demanda laboral de los galenos de EsSalud y más de 30 camas UCI desaparecieron.
Hoy los hospitales llegaron al tope y están colapsando, lo cual aumentará el número de personas fallecidas por falta de atención La pandemia amenaza con aplastarnos a partir de mañana, el dolor y el sufrimiento de las familias que perderemos a un ser querido será el golpe más fuerte.
Sin un plan para controlar la infección, seguimiento y aislamiento focalizado, pasamos al momento crítico que ya empezó a duplicar a 300 el número de personas fallecidas diarias. El contagio de personas de 20 a 30 años es el que más se incrementa. 123 jóvenes entre 12 a 17 han muerto, lo más triste es que 138 niños menores de nueve años murieron por culpa del COVID19.
Más que buscar responsables, hay pensar qué aspectos sociales y culturales en los peruanos debemos cambiar para siempre. La pandemia desnuda la mala calidad personal y profesional que tienen los dirigentes en el país y la poca capacidad de gestión pública. No estamos haciendo lo correcto a pesar de las advertencias.