No hay una sola Navidad que no sea especial y, este año, además de especial será un poco diferente, ante la pandemia, existen nuevas y creativas formas de celebrarla, con seguridad y responsabilidad sin renunciar por ello a la magia de estas fechas.
En el mundo amos a recibir la navidad, y despedir este duro año de dolor, sufrimiento y cambios en nuestras vidas, sin perder la fe y esperanza que al dar paso a un nuevo año que quizás venga cargado de una nueva ilusión y fortaleza, pero que será un antes y un después, eso está claro.
Gozar de la ilusión y la alegría en el rostro de tus hijos, de tus padres y abuelos será el mejor regalo de nuestras vidas. Que la magia de la navidad nunca se apague, que la buena vibra de nuestros seres queridos que ya no están a nuestro lado, sea la luz que ilumine nuestro caminar.
Cuidar de los nuestros niños y abuelos debe ser nuestra prioridad, como hijos y cómo humanos.
Hacerlos un poquito más felices siempre es posible.
Que nuestra solidaridad y generosidad no es algo que tenga que ser o una vez al año; ese sentimiento debería de mantenerse vivo los 365 días del año y ponerlo en práctica en el día a día. Es cierto que cada día se encuentran con menos recursos y menos posibilidades de ayudar. La covid-19 ha sido un gran palo para todos.
Si algo tengo claro es que este virus nos ha cambiado, nos ha devuelto la humanidad que nos faltaba. Olvida las grandes cenas y los regalos y focalízate en lo que de verdad importa. Hay gente que nos necesita.
El año 2020 llegará a su fin y nos dejará, no solo un gran vacío, sino también un gran aprendizaje. Ha sido un claro ejemplo de cómo el ser humano puede afrontar situaciones límite y sacar fuerzas incluso de dónde no las hay.
Nos quedará el recuerdo, un par de imágenes desgarradoras y la interiorización de la gran convicción de que “los tiempos pasados siempre fueron mejores”.
Nos veremos inundados por una nostalgia desgarradora pero también por la ilusión de volver a empezar y de ese “que nos deparará el futuro”. La covid-19 no estará aquí para siempre y pronto será una anécdota que olvidar.
Desde VOCES invitamos a la familia sanmartinense a disfrutar de los pequeños detalles, disfrutar de los tuyos y para que la brisa de esperanza de nuestros bosques inunde cada rincón de tu hogar. ¡Un nuevo comienzo es posible!