Los partidos políticos y sus candidatos son actores fundamentales en el ciclo de las elecciones y de la democracia de un país.
Los partidos políticos son los responsables directos de presentarnos como candidatos a personas idóneas para los puestos de Congresistas.
La persona idónea para congresista debe ser aquel que tiene una experiencia de vida comprobada y guiada no solo por valores como la ética, honradez, honestidad, trabajo, sino también experiencia profesional que lo avala para llevar tan importante cargo.
La selección de candidatos a congresistas, NO se puede basar en los aportes que una persona hace al partido con el fin de estar en su lista. Tenemos que parar este tipo de “llenado de listas” en base al dinero que puedan dar, porque detrás detrás de ese dinero no sabemos qué intereses puede haber.
Los partidos políticos deben regirse por leyes y regulaciones que protejan a los ciudadanos contra candidatos que busquen un beneficio propio o de terceros, en lugar del bienestar de toda la población.
Se debe analizar y fiscalizar con mano dura, tanto el financiamiento de los partidos políticos, así como al establecimiento de cuotas para la postulación de candidatos.
Los candidatos a congresistas deben tener la mejor y más limpia trayectoria tanto personal como profesional y ésta debe ser comprobada en su totalidad por el partido político al cual se presenta, como pre-requisito para poder formar parte de su lista.
La trayectoria de cada candidato es de vital importancia para que avancemos como país y tengamos excelentes referentes sobre cómo ser buenos ciudadanos y, por ende, mejores personas. Y, para que, de esta calidad de políticos, salgan los mejores presidentes que nos puedan gobernar.
¡Los partidos políticos deben ser fiscalizados de manera eficiente por el bien de la sociedad!