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miércoles, abril 24, 2024

“La noche más negra que ha tenido la democracia de los últimos 20 años”

Inti Sotelo Camargo, de 24 años, y Bryan Pintado Sánchez, de 22, murieron tras la violencia que se desató durante una marcha en Lima. La coordinadora de derechos humanos confirmo que hasta ayer lunes 16 de noviembre aún hay personas como no habidas, no se logra ubicar a Gabriel Rodríguez Medrano.

Se llamaba Inti como el sol. Nació el 2 de febrero de 1996 y murió el viernes 14 de noviembre por el impacto de proyectiles a la altura del corazón. Jordan Inti Sotelo Camargo.

A Jack Bryan Pintado Sánchez lo mataron con 11 proyectiles en el rostro, cabeza y tórax. Tenía 22 años y salió a marchar por esa búsqueda de justicia que lo motivó toda su vida. “Veía mucha injusticia en el Perú. Él decía que quería estudiar eso para encontrar justicia”, cuenta su abuela desde la desolación de su pérdida. En esa búsqueda, en el 2015 ingresó a la facultad de Derecho de la Universidad César Vallejo, sede Lima Norte, pero tuvo que dejar la carrera hace un par de años por problemas económicos. Irónicamente, el fundador de esa casa de estudios es César Acuña, líder del partido Alianza Para el Progreso (APP) cuyos 20 congresistas votaron a favor de la vacancia por la que el joven protestaba.

Bryan también empezó a estudiar Administración de Empresas, pero era una carrera que no lo convencía. Él quería ser abogado sí o sí y con esa aspiración marchó ayer. Unos veinte años antes, cuando su tío tenía 16 años, hizo lo mismo que Bryan y salió a las calles para protestar, esa vez contra el fujimorismo. “Hubiera preferido morir como luchador y no mi sobrino”, dijo ayer a América Noticias en la puerta de la morgue.

Según los reportes oficiales del hospital Guillermo Almenara, a donde fue llevado Bryan, y Emergencias Grau, hospital que recibió a Inti, ambos llegaron muertos. Las lesiones por los proyectiles fueron fulminantes.

ONCE PROYECTILES

Bryan vivía con su padre, Oscar Pintado, y su abuela, Moraiba Sandoval, en el distrito de San Martín de Porres. Fueron los reportes de la televisión los que los alertaron de que el joven era la primera víctima mortal de la marcha. Ninguno sabía que había ido a protestar. Solo pidió una propina, escuchó el ‘hijo, cuídate mucho’ de su abuela, y salió. Desde las 2 de la madrugada hasta las 3:30 tuvieron que esperar para la confirmación. Esa demora para reconocer el cadáver también fue una agresión a la familia.

“No les dejaban entrar a la Morgue a reconocer el cuerpo. Estaban desesperados sin la certeza de que era su hijo y no un homónimo. Tuvimos que presionar para que les permitan ingresar”, cuenta el abogado de la familia, Jimmy Sotomayor.

Son miles de compatriotas que se siguen sumando a las muestras de solidaridad con las familias de jóvenes que perdieron la vida, ciudadanos se reúnen en diversas partes del Perú y se manifiestan de manera pacífica; Miles de ciudadanos se reúnen en diversas plazas del país para rendir homenaje a los dos jóvenes.
Diversos mensajes, carteles, coronas de flores y mensajes “¡Estoy orgulloso de mi generación que lucha!; gracias, Inti Sotelo y Jack Brian Pintado; el corazón de Inti está en nuestras voces”, son algunos de los mensajes de los carteles.

Diversas organizaciones expresaron su solidaridad con las familias de Inti Sotelo Camargo y Bryan Jack Brian Pintado Sánchez.

Mar Pérez, abogada de la coordinadora de derechos humanos, consideró que según su balance, se trata “de la noche más negra que ha tenido la democracia de los últimos 20 años”. Mencionó además que entre los heridos de gravedad hay un chico que “probablemente no volverá a caminar”.

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