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viernes, abril 19, 2024

Cuando llueve, todos se mojan…

Sí, las cosas están de cabeza, el país está viviendo una crisis y todos estamos siendo espectadores por segunda vez. El Congreso de Perú aprobó la moción de vacancia presidencial contra Martín Vizcarra, siendo éste el segundo presidente del Perú que deja el cargo en menos de un periodo de gobierno.

La moción de vacancia presidencial invoca la causal de incapacidad moral por hechos contra el presidente Vizcarra cuando era gobernador regional de Moquegua. ¿Incapacidad moral? Si tan solo eso se aplicará a todos los corruptos, asesinos, violadores, maltratadores, psicópatas, acosadores, la lista se alarga. “Perú, país en donde vacar a un presidente es más fácil que sentenciar a un violador”, nunca leí una frase con tanta verdad.

¡Cuánta verdad! ¿Recuerdan al hombre que asesinó a una menor cuando esta salió con su prima a buscar a su madre que estaba en una fiesta? ¿Recuerdan el caso de la niña que fue secuestrada y asesinada por un hombre en bicicleta? ¿Recuerdan a la mujer descuartizada y enterrada en una maleta? ¿Recuerdan a la mujer que fue asesinada, metida en un cilindro y tapada con cemento? ¿Recuerdan a la mujer que fue quemada en su salón de belleza? ¿Recuerdan a la mujer que rociaron gasolina en un autobús en Lima? Tantos casos y muchos de los agresores siguen sin sentencia, libres de polvo y paja

Para aquellos que están libres de polvo y paja a pesar de haber matado, acosado o violado ¿Dónde estuvo nuestra reserva moral? ¿Dónde estuvieron los políticos? ¿Dónde estuvieron los congresistas? ¿Dónde estuvieron los fiscalizadores que tienen el poder para vacar en un par de horas?

Da rabia, impotencia de saber que lo que llaman justicia, no es más que una caja en donde están guardados los intereses personales o aquellos favores políticos. Entonces ¿De qué incapacidad moral se habla? Estar en una emergencia sanitaria que se ha llevado vidas a consecuencia del Covid 19, debería de ser suficiente motivo para entender qué es lo mejor para el país en este momento. La vacancia, sin duda, no lo es.

Nuestros queridos políticos (con sarcasmo) serían nuestros héroes si se pusieran a trabajar con permanente vigilancia para que hombres y mujeres que cometieron delitos cumplan su condena. Fueran nuestros héroes si invirtieran su tiempo trabajando por vocación y no por interés personal. Pero nada es así, los políticos o mejor dicho, los politiqueros, son aquellos que solo sirven para figuretear y para llenarse los bolsillos con dinero de todos los peruanos.

La vacancia fue una más del congreso, de ese congreso que le importa un pepino el destino del país, al que no le importa el sistema de salud que lejos de salvar vidas, sigue quitándolas. A ellos, no les importa ese anciano que no tiene quien vele por su bienestar, la gestante a la que nadie apoya o al niño que sus padres no tienen recursos económicos para agilizar gestiones.

Por otro lado, el nuevo mandatario, Manuel Merino, un gallero que fue elegido congresista y ahora es el presidente de la República, un ser humano a la que mayoría de los ciudadanos repudia, él no representa a nadie. Así estamos, teniendo como representantes a quienes no les importó desestabilizar un país que agoniza cada día.

Mientras tanto, las marchas continúan, aquellas protestas cargadas de impotencia, indignación, rabia y sobretodo violencia, una violencia que podría llevarnos a lamentarnos, una violencia que no nos traerá nada bueno. Luchar por nuestros derechos o rechazar lo que es injusto, es legítimo, siempre y cuando no afecte la integridad de otra persona.

Ahora nos toca tomar una pastilla de memoria prolongada, para que cuando lleguen las elecciones, recordemos quién es el villano, quien tiene intereses personales o quien solo es un arribista. Recordemos y no entreguemos nuestros votos. Ya es hora de empezar a elegir bien, nos merecemos mandatarios que quieran trabajar por el país, que tengan ética, principios, valores, algo mínimo que podría cambiar el rumbo de un país tan diverso y con bastante potencial.

El Perú está de cabeza, pero cuando cae un corrupto, uno a uno terminan en la misma situación, algunos se van a la cárcel, otros se suicidan, a otros los vacan , pero a los más corruptos, les llega su hora tarde o temprano, porque cuando llueve, todos se mojan y quedan bien mojaditos…

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