La reciente escalada de tensiones y violencia se ha manifestado fuertemente en las últimas semanas por ejemplo con las marchas en Santiago de Chile causando el incendio de dos iglesias y otros desmanes; el conflicto armado entre Azerbayan y la República Armenia de Nagorno Karabaj; la violencia social por asesinatos policiales a personas de raza negra (el último anteayer) y el fuerte enfrentamiento sociopolítico de cara a las elecciones en EUA; la decapitación, hace dos semanas, de Samuel Paty en París, a manos de un fanático musulmán, y ayer, el ataque terrorista en la mismísima Basílica de Niza-Francia, en el que otro fanático yihadista asesinó a cuchillazos a tres personas (¡otro decapitado!), atentados que tomaron por excusa alimentándose, tanto por las burlas de la Revista Francesa Charlie Hebdo, como por las acciones políticas del Presidente Emmanuel Macron “para proteger su cultura y libertad de expresión” ante la injerencia musulmana en Francia, lo que también ha causado gran enojo del pueblo y gobiernos de naciones árabes, así como insultos públicos del presidente de Turquía a Macron.
Todo ello no extraña mucho a quienes estudiamos la ciencia cosmobiológica, pues comprendemos que, desde el punto de vista del cielo (concebido por el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière como “Un Libro abierto por el Amor de Dios a la Inteligencia del Hombre”)
nosotros “No hacemos los acontecimientos, sino que los padecemos” (Raynaud, 1948) mientras no poseamos aún, a nivel personal y/o colectivo, la conciencia cósmica o la mentalidad espiritualista y de sabiduría, en predominio sobre la concepción materialista, que nos permita dejar de ser simples marionetas de las mareas y oleadas cósmicas. De ahí que comprendemos también el inmenso y primordial aporte de la “función social de la cosmobiología” indicado por el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares (1975) remarcando que: “primero es la Cosmobiología Social”.
Así pues, es muy claro darnos cuenta toda la dimensión cósmica de estos acontecimientos si atendemos, por ejemplo, la fuerte cuadratura (ángulo de 90 grados) de Marte con Plutón, Júpiter y Saturno. Particular y tristemente contemplamos las dos decapitaciones como un efecto de marte (que rige la cabeza) cuadrado a Plutón (“dinamismo violento”, “el rey de los infiernos”). Esta cuadratura también explica la violencia colectiva, rebelión y resentimiento dirigidos hacia los gobernantes (Júpiter) y al “Estatus Quo” (Saturno) siempre por la acción tanto de la conjunción con Plutón, como por la cuadratura con marte (“Dios de la Guerra”).
Esto ya había sido señalado por el Maestre Serge Raynaud de la Ferrière:
“Este planeta [Marte] está compuesto de ciertos metales, cuyas vibraciones ejercen un efecto dañino sobre el sistema nervioso del ser humano. Cuando Marte ejerce su influencia directa sobre la Tierra, los hombres se excitan cualquier incidente les hace reñir, trayendo todo esto conflictos en la vida social.”
“Sin embargo, nosotros podemos, como dijimos, ponernos fuera del alcance de los efectos maléficos, empleando la voluntad o viviendo una vida muy alerta.”
“Las guerras suelen estallar cuando Marte se encuentra cercano a la Tierra. Es cierto que la influencia de este Planeta hace al hombre malintencionado, pero si la gente realiza [comprende] alguna vez lo absurdo que es la guerra, esforzándose en mantener la paz y actuando fraternalmente, las guerras se eliminarán por sí mismas. hay que comprender lo indispensable que es la cooperación para restringir las vibraciones nefastas de marte. En otras palabras, si la báscula se inclinara definitivamente hacia el lado espiritual, el materialismo llegaría a estar contrarrestado.”
Y más adelante nos da LA Clave: “Hay un método de auto-control para escapar a las influencias del Zodíaco. Dicho método es generalmente conocido bajo la denominación de Yoga.”
“La lucha contra la ignorancia es lo primero que hay que emprender, nada más importante existe hoy y su punto de apoyo debemos buscarlo en el significado del yoghismo.
“Yoga, palabra que se deriva del sánscrito Yug, que significa ligadura, conexión, conformidad, es la ciencia que simplifica la unión entre el individuo y el Universo.”
Por ello, desde la JÑANA YOGA, Yoga del Saber que engloba a todas las yogas, con sus Bhumis (Estados de Existencia), Dhatus (Elementos) y Nagasiddhis (Facultades Sociales, Morales, etc.) y la Jñana Vijñana Yoga (Yoga de Relación con el Mundo), nos facilita, por ejemplo, realizar la Reflexión (madre de la Prudencia-Sabiduría) y la Sutilidad de Espíritu para evitar ofender a cualquier colectividad en favor de la convivencia pacífica, sin por ello desvirtuar la tan manoseada “libertad de expresión”. Como bien lo señala el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière: “La división humana proviene de la incomprensión; si los hombres se abstuviesen de formular juicios temerarios con respecto a las diferentes creencias, todo andaría bien.”
Esto claro está, nunca justifica el terrorismo fanático puesto que “La paz es el más preciado bien y el estado natural del hombre.” (Dr. David Juan Ferriz Olivares).
Es algo cercano a lo mencionado en las redes sociales:
“Hoy en día lo que nos pasa es que confundimos libertad de expresión con libertad de agresión.”
O también los pertinentes comentarios acerca de la sinceridad, cercanos a la Jñana Yoga, del destacado orador motivacional Colombo-Japonés Kenji Yokoi Díaz:
“Que la sinceridad jamás sea un pretexto para atropellar a los demás (…) una verdad la dice cualquiera, pero saber decir esa verdad en el tono correcto y el tiempo exacto, ese es el arte de ser un buen humano.”