Quedé muy asombrado la semana pasada, cuando repasaba la Obra del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière (www.magnanet.org) al darme cuenta la magnitud y profundidad de sus concepciones matemáticas unidas en visión de SÍNTESIS a la meditación, lo que le permitía deducir conclusiones de un nivel muy Sublime relacionando HA-ARETZ (en hebreo: “La Tierra”) y HA-ADAM (“El Hombre”) uniendo también de “un solo plumazo” la matemática de las escuelas griegas (pitagóricas, platónicas, etc.), el Budismo y la Sagrada Tradición Hebrea (Santa Qabbalah) con la realidad ecológica del mundo actual (!!!). Veamos (nota: remarcados por quien suscribe):
“Si escribimos la fórmula [de Pi]: 3,141592653589793238462643383279 (en total 31 guarismos) y alineados debajo los números dígitos en la siguiente forma: el 3 correspondiente al primer lugar; al número 1 le corresponde el segundo lugar, al 4 el tercero, al siguiente 1 le corresponde el cuarto lugar, así sucesivamente de manera que al último 2, 7 y 9 les corresponden respectivamente los lugares 29o., 30o., y 31o.”
“(1) 3 (2) 1 (3) 4 (4) 1 (5) 5 (6) 9 (7) 2 (8) 6 (9) 5 (10) 3 (11) 5 (12) 8 (13) 9 (14) 7 (15) 9 (16) 3 (17) 2 (18) 3 (19) 8 (20) 4 (21) 6 (22) 2 (23) 6 (24) 4 (25) 3 (26) 3 (27) 8 (28) 3 (29) 2 (30) 7 (31) 9”
“Entonces examinemos las dos filas que presentan el valor de Pi para las 31 posiciones y la manera en que los 9 dígitos están dispuestos en ella; se podrá observar que la última posición de cada uno de los dígitos corresponde a los 31 guarismos como sigue: (1) 4+ (2) 29+ (3) 28+ (4) 24+ (5) 11+ (6) 23+ (7) 30+ (8) 27+ (9) 31= 207”
“Ahora observemos que 58 resulta de la primera posición de cada uno de los 9 dígitos correspondientes a los mismos 31 guarismos: (1) 2+ (2) 7+ (3) 1+ (4) 3+ (5) 5+ (6) 8+ (7) 14+ (8) 12+ (9) 6 = 58”
“Aquí vemos el valor de 58 como una causa y 207 como un efecto colectivo.”
“El número 58 recuerda la palabra Ha-Adam que significa en hebreo hombre, muy importante en el Zohar, libro de la Cábala hebrea. En él, la Tierra se denomina Ha-Aretz, que tiene un valor numérico de 203, en la forma siguiente: He:8+Alep:3+Resh:120+Tzade:72, a lo cual añadiendo el número 4 que es representativo de los 4 elementos universales de la materia (Tierra, Agua, Fuego, Aire), se obtiene 207, que es el valor total que figura en la tesis sobre el valor de Pi en relación con los 31 guarismos, y que ha sido definido por el señor Buda en el Kumara Pannaha Sutra, en conexión con los 207 tipos de mente y materia.”
“Esta visión de Hombre y Tierra me hizo abandonar por un instante la página, para reflexionar en Platón y en los comentarios del Timaeus.”
Hasta ahí la cita en referencia y la pasamos a intentar comprender:
Nos dice que EL HOMBRE (la humanidad, Ha Adam=53) es una CAUSA y la TIERRA (Ha-Aretz=207) es un “efecto colectivo”… ¡Y ASÍ ES!: EL ESTADO DE NUESTRA MADRE TIERRA ES UN EFECTO DE NUESTRO ACCIONAR COMO HUMANIDAD (¡explotación desbocada de nuestra Mama Pacha!), ambos estamos íntimamente ligados y basta ver nuestra terrible situación actual en que ya muchos especialistas declaran que ¡estamos en un punto de no retorno!
Como sabemos, y así lo describe después este sabio Maestre:
“En el “Timeo”, Platón trata de explicar la formación del mundo, es decir de las cosas reales que caen bajo nuestros sentidos. La vida participa de la naturaleza del mismo y del otro, puesto que ella tiene algo que la vuelve idéntica a ella misma en medio de los cambios que ella prueba necesariamente para manifestar aquello que ella encierra. Ella es pues una esencia intermediaria formada con la esencia indivisible y la esencia divisible. Esas dos últimas, representadas por la inteligencia y por la materia, fueron combinadas entre ellas con el fin de formar la unidad.” (junio,1958)
Asimismo, recordamos que en esta Magna Obra (Timeo) descrita por el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares como “el más pitagórico de sus Diálogos”, Platón nos narra, entre otras cosas, catástrofes geológicas y ecológicas como la Atlántida, cataclismo producto de las “malas” relaciones del MUNDO (“Animal Perfecto”, Gaia, Ha-Aretz) y el hombre, invitándonos sin proponérselo a REFLEXIONAR y ACTUAR sobre nuestros malos hábitos colectivos para evitar nuestra ruina total que como “espada de Damocles” aún pende sobre nosotros pues:
“Hay reglas bien definidas en la vida y su falta de observancia produce catástrofes, como la de la Atlántida o como la que se está preparando en estos momentos si el mundo no procede a tiempo!… Las leyes del Cosmos son cosa bien establecida e ir en contra de esta organización tan perfecta significa abocar a la humanidad a su propia pérdida.” (Raynaud de la Ferrière, 1951)
¿Estamos a tiempo?…
Por otra parte, esta PERFECCIÓN del mundo nos recuerda el hermoso y emotivo final del Timeo:
“Así ha sido formado este mundo (…) animal visible donde están encerrados todos los animales visibles; dios sensible, imagen del dios inteligible, mundo único y de una sola naturaleza, que es muy grande, muy bueno, muy bello y absolutamente perfecto.”
En ese mismo sentido escribía el Maestre Dr. Raynaud de la Ferrière: “LA NATURALEZA ES DIOS MANIFESTADO” …