No puede ser posible que el Gobierno Regional a estas alturas del año se esté distanciando de su compromiso de la deuda social con el sector público entre ellos el sector salud y educación. La primera que lidió y sigue lidiando contra esta pandemia que mostró las caras ocultas de los gobiernos, delatándolas el tipo de gestión nada serio y hasta deficientes sobre todo en lo que a infraestructura y equipamiento, caso de los hospitales, que siendo promesa del jefe de Estado la construcción de 80 nosocomios a nivel nacional, ni una se construyó.
Se imaginan ustedes con la construcción tan solo del 50% de haberse hecho realidad esta promesa con su equipamiento respectivo, miles de hermanos peruanos no nos hubieran adelantado con esta enfermedad del covid 19.
Con respecto al sector educación, los maestros siguen esperando la buena voluntad de la gestión del Dr. Pedro Bogarín, que se comprometió en plena campaña con los maestros para que sean cancelados el derecho de la deuda social. Más de 50 maestros ya nos dejaron producto de esta pandemia sin recibir absolutamente ni un miserable sol de la deuda social.
Las promesas incumplidas son deudas Dr. Pedro Bogarín. El presupuesto que el Estado destina anualmente a los gobiernos regionales es para diferentes rubros, entre ellos está este pago de la deuda social. En enero cuando su gestión pagó, lo hizo con el presupuesto del 2019. El presupuesto del 2020 sobre el caso particular de la deuda social, está intacta. Dinero sobrante que no es gastado o invertido en un sector, retorna una vez más al erario nacional. Y si ese presupuesto fue invertido en otras áreas, ya estaríamos hablando de malversación, esto se convierte ya en delito, que no es el caso lógicamente del Gobierno Regional de San Martín.
Digamos que este presupuesto de la deuda social retorne al Estado. Empezarían a tejerse muchos comentarios, todos ineficaces e incompetentes. Pero sobre todo se armaría toda una burla y cachetada a cada docente y trabajador público. Llegar a un cargo público como jefe del sector no es para que armen y etiqueten de lo más grande su currículo de vida, es para servir a la población, al ciudadano, es para cargar juntamente con cada ciudadano las mejores esperanzas de vida, cosa que no se está viendo hasta hoy.
Muchos jefes de sectores no tienen esta visión. Si lo tienen, lo tienen medianamente. Se dejan absorber fácilmente por el grupo de presión del entorno, por los asesores a sueldo de toda clase. Un buen jefe de gobierno no necesita de “asesores”, más que su propia transparencia y un buen equipo técnico de profesionales, no de aduladores y zalameros a sueldo.
Estamos ya a los umbrales del mes de octubre, como que no le está importando nada al gobernador de la deuda social de los maestros, ni por asomo anuncia alguna información para que los tres últimos meses que quedan de este año se haga efectivo esta deuda.
Lástima que al sindicato de los maestros la pandemia los debilitó de alguna manera. De parte de ellos tampoco se ve ninguna presión al Gobierno Regional. No hay comunicados, ni mucho menos orientación a los maestros sobre alguna información sobre el sector.
Quedaría de parte del gobierno central, específicamente de parte del Ministerio de Economía alguna buena disposición de gestión para pagar algo de esta deuda social. Por cierto todos los sectores de gestión social y económica se han visto melladas por la covid 19, pero tampoco justifica el poco o ningún interés para que nuestras autoridades corran de su compromiso y se refugien en su propia cómoda vida que ahora ostentan a costa del voto de los ciudadanos.
Hay muchos que aspiran el cargo del Gobierno Regional, algunos por varias veces. No ofrezcan nada, pues esto es el mejor arte de la política, no ofrecer nada; pero hacer todo lo rescatable y meritorio para la clase social y sectores abandonados, es lo más valioso y reconocido. Lo demás es ya jugarse con la expectativa de la gente, del pueblo.
No permita Dr. Pedro Bogarín, que el presupuesto 2020 de la deuda social que está sin ser pagada absolutamente nada hasta hoy, retorne al erario nacional. Mueva sus fichas como un verdadero estadista a favor de las causas justas. De lo contrario, pasará igual que sus antecesores gobernadores que no hicieron absolutamente nada con respecto a la deuda social de los maestros y de los demás sectores.