Al “restaurar” la democracia en 1980, Fernando Belaunde Terry convocó a elecciones municipales y en Tarapoto ganó la lista de Acción Popular, saliendo elegido Reiser Gómez Gómez, un antiguo perito agrimensor del Ministerio de Agricultura. Reemplazaba al alcalde saliente, profesor Víctor del Águila Ríos. Los regidores de esa gestión municipal fueron: Ghunter Arévalo Pinedo, Wellinton Villacorta Díaz, Wildoro Reátegui Ramírez, Rita Gardini de Vásquez, Manuel Coronado Pacheco, Lizardo Zambrano García, Herman Coriat Tenazoa, Manuel Vaéz Quiroz, Oscar Pinedo Piña, José Alfredo Ruiz Segura, Miguel Saldaña Uriarte, Gilder Tello Flores, Alberto Navarro Arévalo, Miguel Mesía López, Lizandro Álvarez Martínez, Ignacio Ruiz Dávila, Carlos Alberto Alva Vigo, Nestor Estacio Pino, Roger García Baéz y Julio Alberto Quevedo Chávez y Luis León Apesteguía.
En la sesión de comuna del 07 de julio de 1983, convocada para tratar la visita a Tarapoto, del Fiscal de la Nación, don Miguel Cavero Egúsquiza y Saavedra, el regidor Carlos Alberto Alva Vigo, “en representación de la Célula Municipal Aprista”, hizo un pedido inusual: pidió que se postergue la sesión “en vista de que tienen sesión de mucha importancia en el local de su partido”. Los pocos regidores presentes sonrieron con indulgencia. Esta sesión adquirió el carácter de extraordinaria a pedido del regidor Julio Alberto Quevedo Chávez, por la poca asistencia de los regidores, siendo aceptado su pedido.
Evidentemente, el pedido del regidor Alva Vigo no fue tomado en cuenta para las discusiones, más bien, se cuestionó al alcalde Reiser Gómez por haber hecho el anuncio de declarar hijo ilustre al Fiscal de la Nación, sin haber consultado con los regidores. El alcalde “se mandó” solito, y al haberlo anunciado en conferencia de prensa, en opinión de la regidora Rita Gardini, no quedaba sino aprobarlo y declarar “hijo predilecto” al Fiscal de la Nación, lo que se verificó en una sesión solemne.
Una demostración del fuerte carácter del señor Alva Vigo ocurrió en la sesión del 06 de setiembre de 1983, después de la participación del regidor Lizandro Álvarez, quien hizo una interpretación de la ley de municipalidades respecto a la vacancia del alcalde y, fue, en esa sesión en que don Carlos Alberto Alva Vigo perdió el control porque muchos regidores no estaban de acuerdo con la argumentación del abogado. Quienes quisieran tener más detalles pueden revisar el acta correspondiente.
Don Carlos Alberto Alva Vigo fue un militante aprista enérgico y correcto. Yo lo conocí como una persona seria y vehemente. De él recuerdo sus participaciones en los avatares políticos y culturales de la ciudad de Tarapoto, como son la creación de la Universidad de San Martín, que, al final, quedó en poder de algunas familias, como se dice en ciertos cenáculos. Estuve junto a él, a mediados de los años setenta, en un gran debate en el entonces vetusto local de la Casa del Maestro, donde tuvo una participación sobre la estrategia a seguir para la creación de la universidad y, fiel a su carácter, polemizando agriamente con un joven que tenía otra posición de cómo debía manejarse dicho proceso. Como no le satisfizo la argumentación del contrincante, don Carlos Alberto se retiró discretamente de la reunión. (Comunicando).