Por: Luis A. Vásquez Vásquez
Después de un tiempo de batalla contra su enfermedad, ayer dejó de existir don César «la bruja» Arévalo Seijas, polifacético personaje que llegó de su natal Saposoa para vivir en Moyobamba y ser el pionero de la radiodifusión, instalando en los años 70 la famosa Radio Moyobamba, donde laboraron locutores y periodistas, que años más tarde se convirtieron en aquellas voces inolvidables del mundo de la radio. Fue profesor de Educación Física y después incursionó en la política, donde logró ser elegido en dos oportunidades, alcalde de Moyobamba y años más tarde, fue nombrado Prefecto Regional.
En la política fue muy audaz, buen orador y polémico. Se formó en Acción Popular y años más tarde renunció a su partido y apoyó a Alberto Fujimori.
Antes de ocupar cargos públicos, trabajó como maestro, una temporada en el entonces Instituto Nacional de Cultura y después fue director departamental del IPD. Su voz también ha sido importante en su radio, sobre todo en aquel programa exitoso «Mundo Noticias» y los fines de semana en «El show de la bruja», donde contaba anécdotas, saludaba a sus amigos y regalaba música de esos tiempos inolvidables.
Pocos conocen que «la bruja» Arévalo fue un extraordinario futbolista, que tenía no solo un dribling endemoniado, sino un panorama exacto de la cancha. Los que le vieron jugar cuentan que era muy hábil para tocar con maestría la pelota y, sobre todo, para ponerla con precisión y en profundidad en el lugar exacto del área chica, listo para que un delantero la meta al fondo del arco. Vistió la casaquilla del Cali Afa de Tarapoto y con la camiseta del Atlético Belén de Moyobamba, formó parte de aquel legendario equipo que dio cátedra frente al CNI en el mismo estadio Max Austin de Iquitos, sacando un histórico empate de 1 a 1, junto a Honorato Novoa de Rioja, Mardel Tello de Lamas y «el manco» Pepe Velarde. Fue fanático del fútbol y lloraba, gritaba, celebraba, cuando Universitario de Deportes, el equipo de sus amores, ganaba o perdía.
En lo personal, le hice muchas entrevistas y trabajé en su radio junto a Alfonso Rojas, en un programa cultural que se llamaba «Rompiendo esquemas».
Un abrazo don César y vaya usted al infinito con esa camiseta crema que siempre latió en su corazón.