La pandemia nos sigue golpeando San Martín, ubicando a nuestro país en el triste quinto lugar en el mundo.
Por: Beto Cabrera Marina
El peligro no solo es sanitario, a consecuencia de la paralización de actividades económicas y se han perdido empleos, miles de peruanos luchan por conseguir alimentos para sus familias; la crisis sanitaria, social y económica.
En casi todos los escenarios, la población tiene que entender la necesidad de transitar hacia “una nueva convivencia”, convivencia que signifique establecer las condiciones de respeto por la salud personal, de la familia y comunidad en busca del buen vivir.
Debemos comunicar BIEN, con propiedad, para entendernos MEJOR
Fortalecer las capacidades, el respeto mutuo y la solidaridad de ciudadanos y ciudadanas; en el marco de un nuevo pacto social para nosotros/ nosotras y las nuevas generaciones y para que eso suceda tenemos que dialogar, planificar y comunicar para que nuestros hábitos y costumbres puedan adecuarse o moldearse. No es sólo culpar a la ignorancia, es asumir nuestra función de ciudadanía.
En camino a esa nueva convivencia es necesario, continuar y profundizar la lucha contra la corrupción que es el peor virus que nos ataca como sociedad.
La corrupción en todos los nivele es una plaga que ha impedido el derecho a una vida digna a la gran mayoría de los peruanos, su impacto a todo nivel es letal: tanto en la política, en la economía, en el desarrollo, en el tejido social, en la lucha contra las desigualdades.
No podemos permitir que en plena pandemia persista este afán de lucro, el Ministerio Publico en San Martín, ha formulado algunas denuncias, conocemos del avance lento “dicen que es parte de las investigaciones”.
La “Señora Contraloría” a paso de tortuga, existe paro no actúa, más aún cuando emite sus informes, los hechos están consumados o nuestro paciente fue sepultado
Mientras tanto “la danza, se embriaga, se envilece con el poder” parece disfrutar de la tragedia y beber del sufrimiento; sacrificando la vida de los profesionales de la salud y de la población más vulnerable, de nuestros niños, de gente humilde del campo de nuestros padres o abuelos.
En Tarapoto, Moyobamba, Juanjui o Tocache; campea la especulación con los medicamentos, el mercado negro por el oxígeno continúa, a pesar del funcionamiento de las plantas de oxígeno, ciertos individuos al parecer tendrían amarado el negocio de los balones de oxígeno, medicinas básicas y hasta el horrendo negocio con los cadáveres y las funerarias estremecen el cuerpo.
Todo se vende, todo se compra, MENOS LA SALUD… desde mascarillas, guantes, equipos médicos, ha sido motivo de especulación y corrupción, hasta en 700% durante la cuarentena según varias mediciones de instituciones que miden indicadores del mercado
En el camino a esa nueva convivencia es necesario, poner el pecho, dar la cara, enfrentar, continuar y profundizar la lucha contra la corrupción es uno de los ejes fundamentales.