Si el JNE hubiera mantenido la valla electoral del 5%, el Perú se hubiera oxigenado de tanta contaminación de grupos políticos
Si cada institución del Estado es autónomo para hacer uso y abuso del mismo, entonces de nada vale su autonomía con respecto a las demás instituciones. El Jurado Nacional de Elecciones es uno de ellos que hace ratos cayó en el abuso, cuyo presidente es el señor Víctor Ticona, no es nada imparcial en su cargo y viene siendo investigado este señor por el Ministerio Público no por estos favoritismos a las 24 agrupaciones políticas, sino por otras situaciones de influencia y supuesta implicancia con los cuellos blancos.
Con el favoritismo del señor Víctor Ticona, no solo saltan de alegría las 24 agrupaciones políticas que existen en el país, y lógicamente es un escándalo para el electorado peruano, a quien le importa un comino esas agrupaciones, porque no le representa en absoluto ninguna expectativa de mejora de vida. Salvo a los minúsculos franeleros que siempre existen, aunque después se lamentan porque tal candidato que fue elegido, no solo cambia de versión política estando ya en el Congreso, sino mira cuánto antes que sus intereses personales y familiares estén a buen recaudo económico.
Que un candidato diga que esto no es realidad, es porque está acostumbrado a no decir la verdad. Se pone la vestidura de la linda sonrisa, se abre seductoramente su personalidad a todos. El mismo candidato sabe que está haciendo un esfuerzo sobre natural, porque él mismo sabe de la manera como se está presentando, no es lo que trata de vender lo que dice que es. Porque esta imagen que nos quieren vender que harán esto y que ahora sí serán los legítimos representantes del pueblo, únicamente es producto del momento coyuntural. Conquistado el objetivo, se sacan la careta, y no les importa que parezcan una marioneta, un payaso o payasa. Como el cargo de congresista es irrenunciable. El Congreso peruano a nadie de sus miembros los vacan o les retiran por inútil, por incompetente o por mentiroso, ni siquiera por ser ladrón, mafioso y corrupto los vacan.
Tanta propaganda se le hizo a la inmunidad. Esta palabra fue el caballito de batalla del discurso vacío y demagogo de todos estos candidatos. Hablan sin la convicción de lo que significa esta palabra: dicen estar y no estar de acuerdo. Están de acuerdo que se les quite cuando el delito cometido no es parte de las funciones congresales, y están de acuerdo que se les mantenga, mientras están en el uso de las funciones.
Precisamente estando en el uso de las funciones congresales, son los que cometen un montón de barbaridades que deslindan con lo delictivo. Estos señores, que de candidatos son ambivalentes, de ser elegidos serían como tristes marionetas, fácilmente cogidos por los buitres, astutos y mañosos de la política para que pasen a una bancada respectiva. De esto la mafia del fujiaprismo son expertos.
La valla electoral decía en una primera instancia que la agrupación política que no pase del 5%, de votos favorecidos, es decir, grupo que no tenga 6 candidatos elegidos en su jurisdicción electoral, perderán su inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones. Según los sondeos, serían solamente 6 de los 24 grupos políticos los que alcancen o sobrepasen esta valla electoral.
Si esta medida se hubiera mantenido en el JNE, el Perú se hubiera oxigenado de tanta contaminación de grupos políticos. Hubiéramos llegado a las elecciones generales del 2021, totalmente limpios y hartos de contaminación y basura política. Por qué no emular a países como EE.UU, donde el circulo rotatorio y permanente de los que aspiran la jefatura de la Casa Blanca, lo hacen en base a dos ideologías. Aquí me animo a llamarles partido político, son solamente dos: los Republicanos y los Demócratas. Estos dos partidos tienen su doctrina, tienen su ideología, tienen su razón de ser política, social y económicamente.
En el Perú para que esto ocurra, no estamos ni siquiera en pañales. Porque lo que estamos a punto de empezar a limpiar la podrida democracia de supuestos partidos que tenemos, el señor Víctor Ticona, rompe todas las reformas políticas que el Ejecutivo en su momento los presentó al legislativo. Al Congreso disuelto no le importó y a esta inútil comisión permanente de 30 personas que siguen siendo congresistas hasta el 26 de enero, menos les interesó.
No hay político justo y honrado en el país, y como tal no habrá reformas justas en el Perú, mientras no haya un cambio total de la Constitución.