21.6 C
Tarapoto
viernes, marzo 29, 2024

¿El cuerno mata?

“Ella se la buscó por andar de traviesa”, “No la hubiesen matado sino hubiese estado con otro”, “¿Cómo una mujer va a estar tomando alcohol tan tarde de la noche?”, “Seguro estaba con él por su dinero”, “Con esa carita de mosca muerta era una tremenda”, “Se murió por ponerle los cuernos”, éstas son algunas de las frases salidas de bocas de hombres y de mujeres refiriéndose a una mujer asesinada por su pareja.

Justificamos, siempre justificamos, los celos, los gritos, los maltratos, las bofetadas, las infidelidades y hasta nuestra propia muerte. Cuántas veces han escuchado decir: “Hija si te cela es porque te quiere”, “Si te grita es porque quiere lo mejor para ti”, “Si está con otra, no le digas nada, tú eres la firme”, “Si te pegó es porque te lo buscaste” En todas estas situaciones ÉL siempre sale victorioso, como si todo lo que hace es aceptado por la sociedad.

Y resulta que sí, al hombre y al machismo lo respalda la historia, los hechos repugnantes suscitados millones de años atrás, lugares en donde hacían caserías de brujas, crímenes de honor y castigos mortales en la Santa Inquisición, ¡sí! La historia enseñó cómo ser un ser humano maldito y quedar como un santo protegido por la iglesia.

La Santa Inquisición se lleva el premio a los malditos de todos los siglos y que han dejado legado en la historia. Castigaban a hombres y mujeres, pero su fijación era más sobre las mujeres, en aquellas a las que señalaban como brujas, adúlteras, revoltosas, que no obedecían o que respondían a sus esposos, ellas eran torturadas de la manera más salvaje. Actos que eran sellados con oraciones al Dios que según ellos avalaba estos asquerosos actos.

Uno de los castigos más crueles fue el conocido “Burro Español”, un caballo de madera diseñado para que una mujer acusada de adulterio se sentara y poco a poco se fuera partiendo en dos, era tan brutal que llegaba a herir órganos vitales generando hemorragias y por ende, la muerte.

Otro castigo para una mujer adúltera era cortarla por la mitad, como si se tratara de una pieza de pollo que es necesario dinamitar. La mujer era colgada con la cabeza hacia el piso y las piernas abiertas hacia arriba, en esa posición era cortada por una sierra, en algunas ocasiones el proceso terminaba con todo el cuerpo partido en dos, pero en otras los verdugos decidían detenerse a la mitad para prolongar el dolor. El hecho de que la víctima estuviese con la cabeza colgando las mantenía despiertas durante el proceso.

Como salida de una película de terror, también existía la conocida “Pera de la Angustia”, uno de los castigos más sádicos. Se trataba de un objeto que se asemejaba a una pera, tenía 4 pétalos de metal que se abrían, este aparato entraba por la vagina y lentamente como cuando se intenta sacar el corcho de un vino, se abría destruyendo los órganos reproductivos de forma lenta e inhumana.

La Santa Inquisición fue una institución dedicada a la investigación, condena y castigo de la herejía o lo que ellos creían que era herejía. Un sistema dominado por enfermos que sometían a un pueblo, sobre todo a las mujeres. Han pasado miles de años y la historia sigue igual de sádica. En muchos países del mundo todavía existen los tan populares “Crímenes de odio”, cuando los esposos quitan la vida a sus esposas que les fueron infieles o que creen que lo fueron, a estos asesinos la ley los exonera de castigo, porque simplemente ellas no debieron engañarlos y como lo hicieron, merecen morir, es más, los tienen como héroes y ellos por supuesto, se sienten orgullosos.

En Perú sí se castiga, bueno a veces no, porque nuestro sistema de justicia es lento y muchas veces gana más el dinero que la propia justicia. Estamos en el número 160 de feminicidios en lo que va del año y la gran mayoría por celos, por infidelidad, por acoso, por obsesión y odio. ¿Es esto normal?

En vez que nuestra sociedad se sensibilice, tome acciones para frenar, hace lo contrario, utiliza las redes sociales para fomentar odio, para criticar a ese cuerpo inerte, al cadáver de una mujer que cometió el peor de los pecados: amar a un hombre, a alguien que no era su pareja ni su ex pareja, una mujer que solo quiso ser feliz y que tenía el derecho de hacer con su vida lo que deseara, pero no, esto resulta ser ofensivo para algunos machistas que creen que un “no te amo”, “me voy de la casa”, “amo a otro” son causas para ahorcar, enterrar, quemar, descuartizar, matar a una mujer. Sí, así estamos de fregados….

Señores, el cuerno no mata, el machismo sí…

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,512FansMe gusta
256SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos