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martes, marzo 19, 2024

Dos amigos hablan del país

Dos amigos se encuentran de mucho tiempo. Hablan del país. Del Perú. De su gente, que poco o nada les importa de los resultados de una elección electoral. El 26 de enero del 2020 hay nuevas elecciones. Sí, es para un corto periodo. Es para cumplir solamente el periodo del anterior Congreso que fue el chongo público más vil de todos sus integrantes. Cómo te aseguras, le contesta su compañero, que este periodo de un año y medio resulta ser igual o peor. Ya sabemos, como son y qué intenciones tienen los candidatos. Todos aspiran a mejorar su situación económica. Nadie piensa en el Perú: ni los ciudadanos, peor los candidatos.

Sabes dónde radica la realidad del problema, le interrumpe, su compañero que viene cosechando cierto éxito en su negocio. Nacimos mal como República. De nada valió que San Martín y Bolivar, arenguen por la paz y la victoria, cuando no teníamos una sangre de paz, una sangre de guerrero; de nada valió que nos declaren libertad, cuando la supuesta libertad no era por efecto de las armas, simplemente seguíamos sumisos a la propia ignorancia de creer que ahora sí somos el país libre, de tal manera casi 200 años veníamos cantando un Himno nacional de “somos libres seamos lo siempre, largo tiempo el peruano gimió”. Se cambió esta estrofa por algo andino y divino.

Pero igual, el peruano sigue gimiendo. Nadie es ejemplo como referente en el Perú. No le puedes decir a un niño, tú cuando crezcas serás igual que el presidente del país, porque le estarías diciendo que va a ser un ladrón y corrupto; no le dirías que va a ser congresista, pues en el Congreso está toda la mafia corrupta para enriquecerse a costa de los ciudadanos; no le dirías que va a ser un gran fiscal, un gran juez. Pues la mayoría de estos, como los cuatro tribunos del Tribunal Constitucional que le dieron libertad a Keiko, tan de una manera descarada escribieron una resolución de libertad salpicada de la mafia política del fujimorismo.

No le puedes decir que sean como los demás jueces y fiscales de otras instancias judiciales, porque diariamente se escucha que escriben sentencias de libertad a tantos corruptos, delincuentes, ladrones y asesinos, pese a las confesiones de estos mal nacidos. Todo está podrido, le agrega.

No le puedes decir a tu niño, que cuando eres grande, serás un gran oficial del Ejército. Mira a Donaire, ex general del Ejército, sentenciado a más de cinco años. Mira a los demás generales y altos oficiales del Ejército detenidos últimamente, acusados por supuesto robo de gasolina.

En consecuencia el interlocutor de Mario, agrega, no hay un solo referente de los que hoy están en los altos cargos públicos, para que sirvan de ejemplo para la niñez y juventud. No hay uno solo. Muchos están en proceso para ser investigados. Algunos están en la mira para que entren al proceso de investigación.

Mario fundamenta mucho más sus ideas, dice: qué pasaría si el Jurado Nacional de Elecciones, no hiciera su trabajo de revisión de las hojas de vida de cada candidato. Casi el 100% llegarían al Congreso con denuncias de todo tipo, por malos padres de familia, acosadores, mentirosos y traficantes.

Mario apenado manifiesta, este tipo de gente, llega a ser autoridad, ya sea como alcalde, presidente, congresista, funcionario público. Nacimos mal como República. Nos urge una nueva República. Mario sigue pensando, que esto no será realidad si el Congreso sigue siendo el chongo público de ayer, sigue siendo el chongo público donde se trafican y se venden conciencias por millones y millones de soles y millones de dólares.

El amigo de Mario sostiene su idea, que si este corto periodo de la actividad del Congreso a ser elegidos el 26 de enero, si no trabajan para una nueva constituyente, seguiremos siendo igual y hasta peor.

Con una nueva Constitución –piensa Mario-, el pueblo debe participar con ideas para la redacción de esta nueva carta magna. Que se supriman todo tipo de inmunidad empezando con limpiar la casa desde el Congreso. Que se apliquen las sentencias sin más demora; que los jueces no sean independientes para no abusar con resoluciones arbitrarias de libertad. Que se aplique la pena capital.

Ambos amigos congenian en la siguiente conclusión: la ente que mata, que asesina, que roba, que trafica con la conciencia de la gente, es porque no quiere vivir en sociedad, y como tal a este tipo de gente, la cárcel le agudiza más su delito, debiendo ser la pena capital el único beneficio para la sociedad.

 

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