Voces de Pegasus

Por: Cristian Meléndez
Porque no es posible imaginarse una vida sin ellas, porque al fin de cuentas son el medio que usa Dios para traernos a la vida, mujer vida, mujer fuerza, mujer inspiración: Yo te escribo.
Y con algo de vergüenza todavía en el rostro por las culpas ajenas y las propias. Ajenas digo por la historia de menosprecio que el hombre ha mostrado hacia tan maravilloso ser, por minimizar su existencia y su importancia en la dinámica social, por suponer que eran incapaces para tal o cual labor cuando de sobra nos han demostrado lo capaces que son, por pretender dictarles roles de conducta establecidos e invariables por el simple hecho de ser mujeres. Sé que decir lo siento no alcanza y mucho menos pretendo afirmar que tal situación ha acabado, no es así. Aun en nuestros días podemos ver sociedades donde es normal considerar a la mujer una propiedad más del hombre, tal vez nunca ha sido más vilipendiada la mujer en explotación sexual, en la presentación de la mujer en el comercio de los medios publicitarios. No somos mejores que ellos, los del otro lado del planeta, tratando a tan excepcional ser: la mujer.
Y tengo también mis propias culpas en esto: las veces que hice llorar a mi viejita linda con mis tonterías de adolescente, todas las veces que me reí y hasta yo mismo conté chistes machistas donde se ultrajaba la dignidad de la mujer, las veces que resbalé por la pendiente de la pornografía y hasta el par de veces que jugué a enamorar sin amor, miserable egoísta yo. Sí, no he sido el caballero que debería haber sido todo este tiempo, pero creo que nuca se está tarde para esto de ser caballero y buen hombre, cuando lo dices con el corazón en la mano, como en este instante lo hago.
Mujer, hecha de barro y dolor, admiro tu ser: Hija de Eva.