La noche del lunes, la fiscal del distrito Norte de California, Elise LaPunzina, envió la moción de emergencia necesaria para dejar sin efecto la liberación bajo fianza de Alejandro Toledo, que estaba programada para hoy martes. En el documento, detalla las nuevas condiciones carcelarias del expresidente.
En ese documento se consigna que Toledo realizó más de 100 llamadas durante 10 días, del 11 al 21 de octubre. Sin embargo, no detalla a con qué números ni a con qué países se ha comunicado.
“[Toledo] tiene acceso ilimitado a hacer llamadas telefónicas durante su tiempo de recreación, el cual ha aprovechado para hacer más de 100 llamadas, incluidas llamadas internacionales”, detalla LaPunzina, en función a la información enviada por las autoridades de la prisión.
Si bien ya se sabía que la prisión de Maguire es mucho más amigable que la de Santa Rita donde Toledo estuvo recluido casi tres meses, con esto es posible conocer el régimen específico al que ha sido asignado y los privilegios que este implica.
De todos modos, las nuevas condiciones penitenciarias del expresidente deberán ser evaluadas por el juez Vince Chhabria entre hoy y el 29 de octubre. Si este determina que aún afectan su salud mental como lo hacían las anteriores, Toledo será liberado con un grillete atado a su pierda el 29 de octubre. Si no, seguirá en la cárcel mientras se lleva a cabo su proceso de extradición.
La principal diferencia entre las condiciones carcelarias de Alejandro Toledo en Maguire y las que vivió en Santa Rita es su contacto con el exterior. Mientras que en su anterior prisión estaba bajo un régimen de aislamiento que le permitía una interacción extremadamente limitada, hoy el expresidente tiene acceso a todas las llamadas que desee y a dos visitas por semanas, que ya han sido aprovechadas por su esposa.
“En una audiencia previa, la Corte [el juez Chhabria] determinó que se le estaba presentando una elección que solo contemplaba la detención en solitario [en Santa Rita] o la libertad bajo fianza. Ese no es más el caso. El 11 de octubre, Toledo fue transferido de la cárcel de Santa Rita a la cárcel de Maguire, en el condado de San Mateo”, argumenta LaPunzina
Esta afirmación busca responder a lo que el abogado de Toledo, Graham Archer, aseguró en una audiencia realizada el jueves pasado: que Toledo también estaba en aislamiento en Maguire, y que su esposa no había podido visitarlo. Esto último, sin embargo, se debió a que todas las visitas de la prisión habían sido suspendidas momentáneamente y no a que el régimen del expresidente las prohibiera.
Desde que las visitas a la prisión fueron restituidas, su esposa Eliane Karp ha concurrido dos veces: el 18 y el 19 de octubre.