29.8 C
Tarapoto
viernes, abril 26, 2024

Alejandro y el cuervo inmortal en la fuente de la juventud

EL MITO COMO EQUIVOCADA INTERPRETACIÓN DE LOS VALORES E IDEALES, MITOS SEUDO-AXIOLÓGICOS.
Entre aciertos y errores el hombre ha ido creando a través de la historia, la civilización y la cultura. En su lucha por dominar el mundo material, establecer un orden social y realizar su personalidad valiosa, ha equivocado muchas veces el camino y ha falseado los valores e ideales, lo cual ha traído consecuencias trágicas que se reflejan en ciertas instituciones y también en ciertos mitos.

Algunos de ellos son frutos de una perniciosa concepción de valore. Pongamos como ejemplo el mito del sexo: al que Freud ha contribuido con su pansenualismo. La libido gobierna al hombre que no es más que un animal con placer tropismo positivo antes que un ser trascendente. Contra ello lucha el Cristianismo propugnando la transfiguración del sexo por el amor.

OTRO ES EL MITO DE LA RIQUEZA: el dinero comenzó por ser un sentimiento del deber y terminó en sentimiento del poder, en un endiosamiento del dinero, un instrumento de dominación, la persona humana llega a ser catalogada según su condición económica.

EL MITO DE LA TÉCNICA. Corre paralelo a los anteriores. La excesiva confianza del hombre moderno occidental en la técnica ha hecho que se oriente sólo a las conquistas materiales. Ha creído que así va a solucionar todos sus problemas. Ahora nos damos cuenta de sus errores y limitaciones. La técnica es la mayor expresión del poder humano, pero no es suficiente para dar la felicidad y sólo ayudará realmente al hombre cuando lo ponga al servicio del espíritu.

“LA FUENTE DE LA JUVENTUD”
Pero la soberbia y ambición del hombre es inconmensurable. Los alquimistas árabes ávidamente han buscado la felicidad que ellos resumían en:
Salud.- La panacea universal.
Dinero.- La piedra filosofal.
Y amor.- La fuente de la juventud, de eso trata esta historia.

LA LEYENDA.
Permítasenos una historia dentro de otra, como en una caja china.
Rara vez dejaba su fundo, sus vacas y pastizales. Ahora tenía que hacer en la ciudad, pero volvería pronto. Entre otras cosas tenía que matricular a su hijo y debía ser: en un buen colegio. No debía quedarse sin estudios como él. Indagando, buscando con ahínco lo mejor para el joven, fue a dar a un colegio que decía en su entrada: “Educamos para esta vida y para la eternidad”. Aunque, casi no comprendía mucho, le pareció grandiosa la expresión. Sin pensarlo más, aquí debe estudiar mi Alejandro, se dijo. Pero primero entró por un periódico a la librería de al lado; abrió un libro al azar y le llamó la atención una historia cuyo personaje también se llamaba Alejandro como él y como su hijo.

ALEJANDRO MAGNO Y EL CUERVO INMORTAL.
Refiere una leyenda que a su paso por un desierto en Oriente, el gran conquistador Alejandro Magno se enteró que existía una cueva en donde había una pequeña fuente de néctar. Quien tuviera la suerte de beber en ella, se volvería inmortal. Alejandro la encontró. Estaba profundamente feliz. Sólo eso le faltaba para tenerlo todo. Un momento más y sería inmortal. Pero cuando se disponía a hacerlo, un cuervo entre las rocas le gritó. ¡Espera! ¡Sólo un momento!
-Sorprendido Alejandro le respondió ¿Qué? ¿Un cuervo que habla? ¿Qué quieres decirme?
Una sola cosa. Escúchame. He bebido de esta fuente y llevo aquí miles de años. Me cansó, me aburro. Quiero morir y no puedo. He tomado veneno. Me he tirado de una montaña. No resulta. He entrado en el fuego, no me quemo. No puedo suicidarme. Ahora no hay modo de morir y estoy cansado de la vida.
Y se cuenta que Alejandro pensó por un momento. Abandonó la idea de beber el néctar y salió corriendo de la cueva con miedo de sentirse tentado a beberla.
Alejandro, el sencillo hombre de campo, movió tristemente la cabeza y se dijo: -“Mejor es que venga mi mujer y ella se encargue de la matrícula. Yo me voy de aquí”. Y volvió a su fundo, sus vacas y pastizales.
¿Profanos! Sentenció colérico mi amigo?
¡Sólo Dios otorga la vida eterna! Y tú cállate; porque seguro vas a decir que ese es otro mito.

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,539FansMe gusta
274SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos