HACIA EL DÉCIMO CONGRESO MUNDIAL PARA EL TALENTO DE LA NIÑEZ
Frecuentemente “rondan” en las redes sociales aquellos carteles reflexivos que indican de muchas maneras la idea de que la Escuela y los docentes no deberían asumir todas las responsabilidades que conciernen a los padres. Así, leemos carteles indicando: “LA ESCUELA ENSEÑA Y LA FAMILIA EDUCA”, “Es EN CASA donde los niños deben aprender a decir “buenos días”, “Por favor”, “Con permiso”, “Lo siento”, “Muchas gracias, o: “PADRES: EN CASA se aprende a respetar usos y costumbres, no tomar las cosas de los demás, ser organizado, etc. EN LA ESCUELA se aprende matemáticas, lenguaje, etc. y se REFUERZA los valores que los padres -se supone- han inculcado.”, etc.
La abundancia de estos carteles recordatorios es muy diciente: manifiesta una REACCIÓN ante esa suerte de PANDEMIA de decadencia que afecta a los niños y jóvenes. Sin ir más lejos, podemos dar testimonio junto a la Profesora Joy Gonzaga Noriega, de las innumerables veces que, en la “CASA de la CULTURA Dr. David Juan Ferriz Olivares”, hemos indicado a los niños (que al ingresar a veces ni siquiera nos miran) que retrocedan unos pasos detrás de la entrada y regresen saludando (cuando “se les olvida”) hasta lograr que formen este hábito básico. No está demás decir que también esto me ha pasado algunas veces con jóvenes franceses (que frecuentemente visitan Tarapoto), asombrándome que, al abrirles la puerta, ellos pasen de frente, sin siquiera mirar quién les ha permitido el ingreso (!!) dándome la impresión –al ver sus miradas perdidas en el horizonte- de ser unos autómatas carentes de humanidad básica. Por ello, podemos decir que no es un problema del Perú sino una “pandemia” mundial (valga la redundancia).
Esta situación me recuerda las sabias enseñanzas de los Maestres Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y Dr. David Juan Ferriz Olivares (www.magnanet.org):
“La educación pretende al contrario, CULTIVAR, es decir “formar” el ser viviente. Ella es esencialmente un “adiestramiento”, que se traduce por actitudes de respeto, hábitos de compostura, delicadezas de tacto. Ella es una “selección” que trabaja para formar grupos escogidos, para crear sobre todo un culto de los valores superiores, por donde una buena sociedad se desata de un medio ambiente vulgar. Y esos valores son puestos fuera de discusión. Ellos infaliblemente en descrédito si aparecieran como el resultado de un cálculo o de un razonamiento. Sócrates “el razonador” − he ahí el tipo de filósofo plebeyo, a una época en la cual la aristocracia, en la ciudad ateniense, cayó en decadencia.”
Es muy interesante esta enseñanza, puesto que nos ofrece varios elementos primordiales de la FORMACIÓN, como por ejemplo, su relación con el concepto verdadero de CULTURA (que, como bien lo indica el Dr. David Juan Ferriz Olivares, tiene la misma raíz de CULTIVAR, y por ello, es necesariamente viviente y alejado de las ideas demasiado teóricas, atribuidas frecuentemente a lo cultural). Asimismo, la mención de “adiestramiento”, remarca la necesidad de reiteración o repetitividad, justamente para HABITUAR a los niños (algo que –dado el estado de ansiedad y distracción permanente de los padres actuales- les es casi imposible ofrecer en casa). Enseguida, vemos la palabra “CULTO” de los Valores Superiores; lo que nos transmite la idea de veneración y AMOR a un hábito que hemos reconocido como bueno y bello y que se traduce en esa PERMANENCIA en su práctica, como por ejemplo el hermoso hábito de devolver las cosas extraviadas (signo de sociedades muy avanzadas como la japonesa, la sueca, etc.). El hecho de que esos VALORES SUPERIORES (Honestidad, Integridad, Organización, Idealidad, Trascendencia, etc.) sean “puestos fuera de discusión”, nos lleva a considerar UNO DE LOS MAYORES MALES de nuestra sociedad actual: EL NEFASTO HÁBITO DE DISCUTIR, contender y antagonizar, por el puro vicio de revolverse en “vanos razonamientos” meramente abstractos, sin relación con la verdadera vida y la verdadera realidad (más que en la fantasía surgida del capricho sofístico como bien lo ha demostrado el Premio Nobel Alexis Carrel).
Este espíritu contestatario, lleva a cuestionar malsanamente todos los valores, forzando los límites del RELATIVISMO y la SUBJETIVIDAD hasta el desequilibrio, destruyendo así, los cimientos y paredes primordiales del edificio social y causando el hundimiento de nuestra civilización. Finalmente, este estado actual se asemeja a la decadencia de la aristocracia en los tiempos socráticos, que terminó – debido a su VICIO de CUESTIONAR Y DISCUTIR- acusando de ese mismo vicio (“el ladrón juzga por su condición”) al gran sabio y preclaro Maestro que fue SÓCRATES, “el Mayéutico”, calificándolo peyorativamente como “el razonador”.
Así, llegamos a este asfixiante el “medio ambiente vulgar” que impregna todas las instancias ciudadanas y del cual nos está costando salir.
Justamente, para sacar a nuestra sociedad de esa decadencia, URGE reforzar sanamente la CÉLULA FAMILIAR. Esta noble misión anima, desde hace más de cuarenta y dos años, a la Fundación ELIC- Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños (www.elicnet.org), a través de su CÁTEDRA DE LA CÉLULA FAMILIAR, guiada sabiamente por su Presidenta-Fundadora, nuestra querida Maestra Ven. Sat Arhat Cont. María Nilda Cerf Arbulú. Asimismo, esta Institución Mundial realiza cada dos años el CONGRESO MUNDIAL PARA EL TALENTO DE LA NIÑEZ, el cual será realizado en su DÉCIMA EDICIÓN este año, del 18 al 22 de octubre, en Bogotá- Colombia. Mayores informes en: www.congresotalento.org y en el enlace: #investiguemoslapaz