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miércoles, abril 24, 2024

Fiesta patronal Virgen del Carmen

Los pueblos de Saposoa, Tarapoto y Lamas, celebran su fiesta patronal del 8 al 16 de julio. Las cabezonías son organizaciones del pueblo, designadas al término de cada fiesta, encargadas de celebrar la fiesta patronal del año siguiente. Son personas o grupos de personas o instituciones, que se inscriben voluntariamente y reciben la aceptación de la Iglesia y del gobierno local. Durante muchos meses sostienen reuniones de coordinaciones con éstas dos entidades rectoras de la comunidad.

“Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen es la denominación común que suele recibir Santa María del Monte Carmelo, una de las diversas advocaciones (Dedicación de un lugar religioso (templo, capilla o altar) al santo o a la Virgen bajo cuya protección se encuentra) de la Virgen María”. Pero, la Virgen del Carmen también es patrona del Movimiento Juan XXIII, de la Iglesia Católica. De verdad, la Virgen María, mamá de nuestro Señor Jesucristo, es representada también con otros nombres, pero, la intercesora ante nuestro Dios sigue siendo ella, su propia madre.

El festejo de la fiesta patronal de los pueblos es entonces, la gran oportunidad que tienen éstas comunidades de acercarse a Dios, de entregarse en plenitud, con la esperanza de alejarse del mal y vivir en auténtica armonía en las familias. Solo se puede asegurar la unidad de un pueblo, en la medida que haya presencia del Señor en los corazones de las gentes y en los ambientes hogareños, porque son las familias las células básicas de los pueblos.

En algunos momentos, las celebraciones patronales estaban orientadas solamente a la motivación comercial para generar riquezas monetarias, convertidas en auténticos mercados de venta de licores, con altisonantes músicas electrónicas y expendio masivo de alimentos. Las velaciones, las danzas, las oraciones, el Santo Rosario, las celebraciones de las Misas, simplemente no estaban consideradas en la programación. Todos hablaban del conjunto tropical bailable más caro que estaría llegando al pueblo, es decir, la fiesta patronal estaba íntimamente ligada a ese conjunto musical. Hace algún tiempo, por decisión al parecer de las autoridades religiosas y municipales, éstas fiestas religiosas han vuelto a su contexto primigenio.

Hace algunas décadas, quizá cuando los pueblos todavía eran de contados habitantes, las cabezonías distribuían de manera gratuita chicha de maíz a discreción, también algún licor como el uvachado y comidas. Los integrantes de las cabezonías se preparaban durante todo el año precedente y ofrecían un cerdo, una res, maíz, frijol, plátanos, etc. De esa manera, la población entera participaba activamente de la preparación y de la celebración completa del evento. En los últimos años, aún quedan algunos pueblos que cumplen con éstos ofrecimientos comunitarios como Lamas, El Eslabón, etc. Las entregas de bienes, enseres, alimentos, bebidas, etc para la fiesta patronal de sus integrantes, son las ofrendas voluntarias que hacen pensando en la Virgen María, en su Hijo Jesucristo y Dios, son ofrendas a Dios. Muchas personas hacen éstos ofrecimientos durante décadas y toda su vida. Sienten necesidad de acercarse a Dios, además de participar de manera permanente en la Iglesia.

La fiesta patronal no se desarrolla solamente con los hijos del pueblo, sino, es un periodo festivo que atrae a mucha gente del país y del extranjero. Quizá por esa razón, las autoridades religiosas y municipales han tomado la firme decisión que se realice de manera tradicional, con todas las formalidades religiosas y ordenanzas municipales. Aquí se aprovecha para los encuentros promocionales escolares y de familiares. Los hijos del pueblo, sus familias directas y amistades invitadas, hacen sus propias programaciones de encuentros deportivos, alimenticios y religiosos. Existen interrogantes sobre el origen del nombre: “Su denominación de Virgen del Carmen procede del llamado Monte Carmelo, situado en la actual Israel. Según la tradición carmelita, el 16 de julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se le había aparecido, a San Simón Stock, superior general de la Orden, a quien le entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita. Según esa tradición moderna, la Virgen prometió liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo. Esta veneración recibió reconocimiento papal en 1587”. Así como los integrantes de las cabezonías hacen llegar sus ofrendas a la Virgen María y a su pueblo; como grata retribución, el pueblo en su conjunto tiene la oportunidad de hacer llegar sus ofrendas de oraciones al señor, mediante la intercesión de nuestra Señora Virgen del Carmen, por el bienestar de su familia. Que el festejo sea por la presencia viva de Dios en cada hogar. A disfrutar se las fiestas patronales.

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